Los principales índices de Estados Unidos han cerrado el mes de agosto con pérdidas superiores al 6%, su peor mes desde mayo de 2012 en todos los casos salvo del Dow Jones, que habría que remontarse hasta mayo de 2010 para ver una caída similar.
La crisis de la renta variable china afectó de lleno a los principales índices estadounidenses, tanto que el pasado 20 de agosto, días después de la triple devaluación del yuan, el S&P 500 cedía su soporte clave situado en los 2.040 puntos. Dicho nivel era considerado por Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, como "la línea divisoria que separa un contexto lateral alcista de otro potencialmente bajista".