Solo el 5% de los fondos de renta fija del mundo invierten en bonos griegos y el porcentaje solo se eleva al 9% en el caso de los fondos de bolsa que invierten en acciones helenas.
El nuevo año ha empezado con un gran riesgo sobre la mesa: Grecia. Pocos dudan ya de que el vencedor de las próximas elecciones que celebra Grecia el 25 de enero sea Alexis Tsipras, líder del partido de izquierdas Syriza, pero la duda está en los pactos que alcanzará para poder gobernar ya que la mayoría absoluta no parece ser ahora el escenario principal que manejan ni las encuestas ni los bancos de inversión.
En todo caso, el miedo está ahí. El miedo a una quita de su deuda y sobre todo el miedo a una salida del euro de Grecia. El segundo de ellos es quizá el más improbable. No solo porque incluso el propio Tsipras ha afirmado en no pocas ocasiones que su intención no es abandonar la eurozona sino también porque esa posibilidad, como ha recordado la propia Comisión Europea, ha calificado de "irrevocable" la salida del país del euro, pese a las amenazas de Alemania y Francia. Más dudas despierta sin embargo la posibilidad de una quita ya que aunque ésta fuera parcial, como defiende Syriza e incluso contempla la propia Unión Europea, supondría un varapalo no solo para sus acreedores, sobre todo bancos alemanes, sino también una pérdida de credibilidad con respecto al resto de deuda periférica. "No se trata solo de Grecia sino que las ramificaciones que pueda tener en el resto de la periferia es algo crucial, mandaría una fuerte señal de rechazo", afirman en Bank of America, quienes no obstante contemplan la renegociación de su deuda extendiendo los plazos como su principal escenario.
Sin embargo, ese contagio de la desconfianza ya se ha visto las rentabilidades de bonos periféricos en estas primeras semanas de 2015 ya que si bien el griego es el que ha encabezado las mayores pérdidas en lo que va de año- su rentabilidad llegó a superar el 10,7%- el resto también se ha visto afectado, por ejemplo, el rendimiento español ha repuntado del 1,49 al 1,69%.
Pero esa correlación que se vio en un primer momento parece haberse disipado en los últimos días y solo los inversores que realmente tengan bonos griegos en cartera pueden estar algo más nerviosos. La buena noticia es que esos inversores son pocos, de hecho muy pocos ya que salvo los propios inversores griegos lo normal es que quien invierta en bonos o incluso bolsa de este país lo haga a través de fondos de inversión. Pues bien, según los datos de Morningstar, solo el 5% de los fondos de renta fija de todo el mundo tiene algún bono heleno en cartera mientras que en el caso de acciones helenas la exposición es igual de tibia. No en vano, el Stoxx 600 solo incluye a seis empresas griegas que ponderan apenas el 0,18% del índice por lo que no es de extrañar que tan solo el 9% de todos los fondos del mundo de renta variable tengan alguna acción griega en cartera.
Dentro de los fondos de renta fija que se venden en España es sobre todo un fondo el que peor parado saldría en caso de una quita griega. Se trata de ES Euro Bond ya que invierte el 33% de su cartera en bonos helenos, según los últimos datos de Morningstar, aunque de momento en 2015 consigue limitar sus pérdidas tan solo al 0,45%. Los siguientes en la lista son Trea Sicav 3G Credit Opportunities y Capital Group Emerging Markets Local Currency Debt, con exposiciones de tan solo el 4 y el 3%.
En cuanto a los fondos de bolsa, destaca por encima de otros el fondo Generali IS European Recovery Eq B Acc, con un 25% de su cartera invertida en acciones helenas. No en vano, este producto, lanzado el año pasado, es el único que invierte en exclusiva en países periféricos por lo que no es de extrañar que invierta tanta parte de su cartera en Grecia. En todo caso retrocede tan solo un 2% en 2015 lo que demuestra una vez más que la diversificación sigue siendo clave en momentos volátiles de mercado.