Los fondos especializados en este producto son una buena herramienta para ganar exposición a divisa americana y disfrutar de un momento en que las empresas los están mejorando.
Nunca han estado en los primeros puestos de rentabilidad por dividendo. Y tampoco lo están ahora pero se han convertido en los preferidos de los inversores institucionales. Hablamos de los siempre discretos dividendos americanos, cuya rentabilidad, en el caso de las compañías que cotizan en el S&P500 es inferior al 2%. Una cifra modesta pero que suficiente como para superar la rentabilidad del bono americano a 10 años. (ver gráfico)