¿Podrá el boom del shale gas acabar con las energías renovables?

Es la gran revolución del siglo XXI. La extracción del polémico shale gas que fomenta EEUU le permitirá convertirse en exportador de energía de aquí a 10 años, pero no todos los sectores están contentos.

Es la revolución industrial del siglo XXI. Y se llama shale gas. Este gas pizarra, enquistado en las rocas y que se obtiene mediante perforaciones horizontes no exentas de controversia en cuanto a su impacto medioambiental, supone ya el 32 por ciento de toda la producción de gas en EEUU. Cifra que, según la Agencia Internacional de la Energía llegará al 40 por ciento en los próximos diez años y que avala la teoría de quienes defienden que este tipo de energía permitirá a EEUU convertirse en exportador neto de energía de aquí a unos años, con todo lo que eso supone.