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Por qué una reestructuración de la deuda griega puede sentar bien a la banca en bolsa

Cristina Triana
22:37 - 28/06/2011

Si se consigue que Grecia no suspenda pagos, reestructurando sus vencimientos, la banca alemana y francesa pueden sacarle partido.

Si echamos la vista atrás es difícil no pasar por alto que llevamos ya más de un año (¡desde diciembre de 2009!), con la crisis de la deuda griega a las espaldas. Demasiados meses para que no se hay encontrado una solución y esto es lo que ha provocado que al mercado se le haya acabado la paciencia y haya mandado un ultimatum: o Europa sigue de poner parches o Grecia tendrá que incurrir en bancarrota.

Desde luego que esa posibilidad no es ni la desean los griegos, ni la que quieren los políticos europeos (aunque por el momento sólo se han atrevido a poner parches) ni la mejor para los bancos.

El impago de Grecia generaría pérdidas a las entidades con más exposición al país, que son los bancos franceses y germanos (además de los griegos), y, además, crearía una situación muy complicada para el resto porque el mercado todavía sería más severo aplicando primas de riesgo a otros rescatados, como Irlanda y Portugal, y a los países en su lista de posibles candidatos, como son España e Italia. Y no están las finanzas públicas como para aprobar otro rescate financiero.

Europa lo sabe y, por ello, tal vez se está cambiando el discurso. En este caso el portavoz ha sido Sarkozy. El presidente galo ha explicado que los bancos franceses están dispuestos a aceptar un plan de reestructuración de la deuda griega, que consistiría en cobrar una parte (el 30% de los vencimientos durante los 3 próximos años) y refinanciar el resto.

El 50% del importe se invertiría en deuda a 30 años y el 20% en deuda respaldada por la Unión Europea que pagaría unos intereses bajos. Los bancos germanos también parecen dispuestos a aceptarla. Y, si lo hacen ellos, ¿no lo harán los demás?

Esta solución a la deuda griega deja abiertas algunas incógnitas, pero puede ser un primer paso hacia una solución "de verdad", después de que ha quedado demostrado que las inyecciones de dinero son por si solas insuficientes.

Barclays, explica que queda en el aire qué tipo de interés tendría que pagar Grecia por esos bonos a 30 años (ahora mismo en mercado cotizan en el 11%) para evitar que se ahogue con los intereses (se baraja un cupón  y cuál percibirían las entidades financieras por la deuda avalada por la Unión Europea (sería el The European Financial Stability Facility, conocido por sus siglas EFSF), pero que es un buen paso. Y también podría serlo si es un inversor en entidades financieras.

La banca no perderá con la reestructuración

Si Europa consigue que una salida para Grecia sea interpretada como la buena (sería una forma de atar los miedos, que Grecia pudiera emitir deuda también avalada lo que le permitiría convertir su bono basura en un bono AAA, que es la calificación crediticia del EFSF), los bancos, especialmente los más expuestos podrían celebrarlo.

Porque la solución sería un respiro para Grecia, pero también para sus acreedores que, aunque recibirán menos intereses, tendrán un bono de mucha mayor calidad (y probablemente menos volátil). Es decir, que por ahí no perderán y tampoco con el 50% de la solución: el de la deuda a largo plazo.

Como esos bonos a 30 años, tras el cambio contable que se aprobó en medio de la crisis financiera, pueden alojarse en la cartera de inversión a vencimiento, que no es necesaria valorarla a precios de mercado, los avatares futuros de esos bonos no van a dañarles en su cuenta de resultados.

Es decir, no generarán plusvalías, pero tampoco pérdidas. Llegado, además, el vencimiento, mientras que recuperaran el principal, por normativa contable, sólo generarían cambios patrimoniales, pero no alterarían el beneficio neto. Así que el efecto es neutro o incluso positivo porque los precios de los bancos alemanes y franceses todavía no descuentan esa posible solución para Grecia y a largo plazo las posibilidades de ganar dinero incluso son reales con esas inversiones. 

Y, si bien, la banca alemana no es una oportunidad por fundamentales, la gala sí que lo parece. BNP Paribas, por ejemplo, es uno de nuestros valores del Detector de Tesoros y Deutsche Bank sigue en nuestra lista de estrategias recomendadas después de que ayer le aplicarámos un filtro para mantenerla.