Loa alcistas han logrado imponerse en la primera semana de julio que ha estado marcada por la festividad del Día de la Independencia en Estados Unidos así como la puesta a prueba en distintas ocasiones de los niveles de soporte en la tecnología.
Y es que, la primera sesión bursátil de julio era más corta de lo habitual anticipando el Día de la Independencia celebrado el 4 de julio, donde los indicadores al otro lado del Atlántico permanecieron cerrados, provocando un día muy tranquilo en el resto del mundo ante la falta de referencias de Wall Street.
Tras ello, pese a distintos amagos bajistas, las alzas han logrado imponerse en el cómputo semanal. Así, el Dow Jones, que intentó sin éxito batir sus altos de todos los tiempos, ha sumado un 0,3%, hasta los 21.414.34 puntos, mientras que el S&P 500 ha hecho lo propio un 0,11%, hasta los 2.426,18 puntos.
Sin embargo, la protagonista de la semana ha sido la tecnología y, en concreto, el Nasdaq 100 que ha puesto en distintas ocasiones los soportes que encuentra en los 5.568 puntos, que ha logrado mantener en pie alejando, de momento, el riesgo a una consolidación más amplia,. El índice, ha concluido en los 5.656,4 puntos tras sumar un 0,17%.
Así, el hecho de que el índice haya vuelto a poner a prueba la solidez de dichos niveles es para Carlos Almarza, analista de Ecotrader, "lo más destacable de la semana". Al mismo tiempo, el experto añade que perder dicha cota sería lo necesario "para que exista a corto plazo un deterioro en sus posibilidades alcistas".
La semana ha tenido cita con las actas tanto del Banco Central Europeo como las de las Reserva Federal. El organismo europeo se planteó en el mes de junio cambiar su tono también en cuanto a cuándo comenzará a reducir su política expansiva, algo que también se sumaría a sus mensajes más positivos con respecto a subir tipos. Por ello, el mercado ya valora el encuentro del próximo abril como fecha en la que la entidad que preside Mario Draghi comenzará a incrementar el precio oficial del dinero.
Por su parte, la entidad que preside Janet Yellen se muestra dividida sobre cuándo es el momento idóneo para comenzar a reducir su balance. En lo que no ha variado sus intenciones es en lo de incrementar los tipos otra vez más este año, pese al leve aumento de la inflación.
Esta excusa le ha valido al euro para volver a tentar las resistencias que encuentra en los 1,145 dólares, tras reconquistar en la jornada holgadamente los 1,14. Desde el equipo de analistas de Ecotrader, el mensaje que se manda es que una vez que el euro bata dichos niveles "lo más probable es que las alzas se mantengan hasta, como mínimo, los 1,17 dólares".