La fortaleza que Wall Street ha mostrado durante la semana se evidencia en que los selectivos tecnológicos han marcado máximos históricos durante dos jornadas consecutivas. Sin embargo, en la sesión del viernes los alcistas se tomaron un descanso y la renta variable estadounidense se movió a la baja, lo que impidió a la tecnología revalidar en el cierre semanal sus altos históricos. Pese a ello, tanto el Nasdaq 100 como el Nasdaq Composite se encuentran en subida libre absoluta.
Lo que ha centrado la atención durante la semana ha sido el encuentro que han mantenido la Reserva Federal y el Banco de Japón. La entidad nipona no introdujo nuevas medidas de flexibilización en su política económica. Al mismo tiempo, mantendrá la cantidad de su QE en los 80 billones de yenes (unos 700.000 millones de euros), introduciendo el concepto del "control de la curva de tipos", con el objetivo de situar el bono a diez años nipón en una rentabilidad cercana al 0 por ciento. Algo que se ha interpretado como la intención de evitar la caída de los tipos de interés a largo plazo, una idea que podrían seguir otras entidades como el BCE.