Los principales selectivos de Estados Unidos tampoco han querido quedar fuera de la fiesta alcista que también se ha celebrado en las bolsas del Viejo Continente. Así, las plazas de Wall Street, que tendrán un fin de semana más largo ya que no abrirán el lunes por el día de la Independencia, no sólo han recuperado su balance anual positivo sino que con las subidas experimentadas han conseguido atacar a sus máximos anuales tras vivir la semana más alcista desde el pasado mes de noviembre.
La semana arrancaba bajista a ambos lados del Atlántico y el lunes, después del zarpazo bajista del viernes tras conocerse el triunfo del Brexit, las pérdidas se seguían imponiendo. Sin embargo, desde el martes la situación se fue revirtiendo permitiendo a los selectivos estadounidenses cerrar su mejor semana del año recuperando prácticamente todo lo perdido.
Los bancos centrales han ocupado un papel principal en la semana como motores de la renta variable. Por un lado el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, aseguró que la institución tendrá que intervenir bajando tipos este verano como consecuencia de la victoria del Brexit. "Es probable que se requiera cierta relajación de la política monetaria", apuntó.
Pero no sólo el Banco de Inglaterra adquirió protagonismo sino que fue el Banco Central Europeo el que dio alas a la renta variable del Viejo Continente. Y es que el martes el presidente de la entidad, Mario Draghi indicó que la salida de Reino Unido de la UE costará sólo 0,5 décimas de crecimiento del PIB en los próximos tres años.
Sin embargo, ha sido la especulación de que cambiará las reglas de su programa de compra de deuda lo que más ha contribuido a las subidas. El mercado está cotizando que el BCE flexibilizará su programa de compra de bonos soberanos. En palabras de Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank, la entidad "podría empezar a comprar más bonos de países periféricos y menos de los países más solventes".
Y por último la Fed. Aunque la entidad estadounidense presidida por Janet Yellen no se ha pronunciado, no se espera que en las reuniones que restan a 2016 y las primeras de 2017 se vaya a subir el precio oficial del dinero y ya existen algunas voces en que el banco central estadounidense tendrá que dar marcha atrás. Algo que ha deprimido al dólar y animado a la renta variable junto con la teoría de que se tomarán las decisiones políticas pertinentes para mitigar el efecto del Brexit fuera de Reino Unido.
Con todo ello el avance semanal del Dow Jones ha sido del 3,15%, hasta los 17.949,37 puntos mientras que el S&P 500 ha hecho lo propio un 3,22% que le ha llevado a los 2.102,95 puntos. El Nasdaq 100, por su parte, se ha revalorizado desde el lunes un 3,54%, que le ha llevado a cerrar el primer día de julio en los 4.437,44 puntos.
Pese a ello, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, hay que ser cautos ya que lo que estamos presenciando podría ser nada más que "un rebote que sirve para recuperar gran parte de las fuertes caídas de las últimas jornadas, tras el cual lo más probable es que las ventas puedan volver a presionar a los índices".
Para Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank, las alzas que se han producido en Wall Street han alentado a los selectivos del Viejo Continente junto con la intención "de los bancos centrales de limitar el impacto del Brexit".
Así, en el caso del Ibex 35 se ha anotado su mejor semana del año tras experimentar el viernes la mayor caída de su historia. Cabrero señala que "seguimos entendiendo que hay que esperar a que se corrija parte del último rebote para buscar ahí una ventana de compra que sirva para seguir aumentando la exposición a bolsa". Cabe destacar que con las caídas del día posterior al referéndum Ecotrader amplió la suya en cinco puntos hasta el 37,5% del que apenas se ha movido en la semana.