Tal y como quedo demostrado ayer, las disconformidades entre el FMI y Grecia parecen a día de hoy insalvables. El negociador de la institución internacional, Gerry Rice, se marchó ayer de Bruselas ante las "grandes diferencias" con el Gobierno heleno a la hora de intentar cerrar un acuerdo que desbloquee el siguiente tramo de su programa de rescate.
No ha habido progresos recientes para limar asperezas y los mercados en Europa lo notan. Las tibias alzas que se vieron ayer en las principales bolsas del Viejo Continente son un fiel reflejo de ello. "Los índices cerraron lejos de los máximos marcados durante la jornada, algo que sugiere un cierto agotamiento comprador que plantea la posible finalización de lo que podría ser la primera pata del rebote de corto plazo", señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotarder.