Muchos expertos creen que las acciones van a tener más a su favor que los bonos de ahora en adelante. Sobre todo las que aporten buenas retribuciones, que ganarán protagonismo cuando la inflación se recupere.
En un contexto de estabilización de la economía, lo más normal sería la búsqueda de oportunidades en el mercado de renta fija entre los países más castigados por la crisis económica. Sobre todo teniendo en cuenta que la rentabilidad del papel a 10 años de países que normalmente han actuado como refugio, como es el caso de Alemania o EEUU, se encuentra en niveles históricamente bajos. Abandonar títulos como el bund y buscar una relación rentabilidad/riesgo más atractiva en los activos españoles e italianos, ya sea en bonos soberanos o corporativos, resultaría la opción más recomendada.
Sin embargo, tal y como señalan desde Bankinter "los bonos periféricos mantienen un atractivo cada vez más limitado debido, en parte, al continuado rally que han registrado". Y es que, el bono a 10 años español podría reducir su TIR hasta el 2,20% en 2015 según estiman desde Bankinter.
En este contexto, "es altamente probable que la dirección de los flujos de capitales entre la renta fija y las acciones siga siendo más favorable para las acciones a medio plazo" afirma Paras Anand, responsable de renta variable europea de Fidelity.
Un hecho que encuentra su explicación en el "mayor potencial de protección del capital a largo plazo que ofrecen las inversiones con rentas reales (es decir, pagos que pueden aumentar al ritmo de la inflación) comparadas con la renta fija". Y es que, como corroboran desde Bankinter, "el problema para los precios actuales de los bonos es el riesgo de inflación futura, que parece ignorarse".
"Naturalmente, las propuestas más atractivas y fiables en este sentido se encuentran entre las empresas de gran capitalización" señala Anand. Y en este sentido entras las grandes firmas del Viejo Continente, son muchas las empresas que ofrecen una rentabilidad por dividendo cuanto menos suculenta sobre todo al calor de la caída en la rentabilidad ofrecida por otros activos, eso sí de mayores garantías, como puede ser la deuda pública.
Aún es pronto, eso sí, para lanzar las campanas al vuelo. Aunque durante los últimos trimestres los flujos de capitales hacia los fondos de renta variable han superado a las estrategias de renta fija, tal y como señalan desde Fidelity "los datos de inflación general han sorprendido de forma bastante negativa durante los últimos trimestres, un hecho que ha puesto en tela de juicio los argumentos a favor de las acciones". Por tanto, toca tener algo de paciencia, aunque eso no impide detectar las acciones que van a jugar con ventaja por su jugoso dividendo.
Con trampas... gana la banca
El sector bancario continental es uno de los ámbitos para los que la media de firmas de inversión espera un mayor aumento de la rentabilidad por dividendo. Entidades como Intesa Sanpaolo, UBS, Credit Agricole o Societe Generale, que forma parte de elMonitor por sus sólidos fundamentales son quienes se llevan la palma a este respecto.
No obstante, la inclusión en este cálculo del pago a través de scrip dividend -que consiste en retribuir a los accionistas mediante la entrega de acciones- así como la recuperación del pago del dividendo en este tipo de empresas desde zonas muy deprimidas, son dos hechos que podrían distorsionar la fotografía del dividendo.
Por ello, es recomendable también mirar entre las grandes empresas que no pertenezcan a este sector. En sus previsiones para 2015 en lo que se refiere a la rentabilidad por dividendo de las empresas con mayor capitalización del Viejo Continente, el consenso de mercado ve de media un aumento del rendimiento de la retribución ofrecida por las cien compañías más grandes de Europa.
Ahí es donde firmas como Volkswagen, Imperial Tobacco, BT Group, Airbus, Endesa y Continental saltan a la palestra en el Viejo Continente. Para ellas se espera en 2015 una mejora del rendimiento ofrecido por su pago frente al de 2014 de 0,5 puntos porcentuales.