La incertidumbre del rescate del país, amenaza a los mercados en el inicio de la semana.
Chipre todavía no ha dicho su última palabra después de que el Eurogrupo del viernes optase por aplicar un impuesto del 6,75% a los depósitos de hasta 100.000 euros y del 10% a los que superen esta cantidad, con los que prevén recaudar unos 5.800 millones de euros. Para que la medida sea aceptada por el Parlamento chipriota, el Ejecutivo que preside Nikos Anastasiadis necesita contar con los votos de su socio de gobierno, el centrista DIKO, un apoyo que parece no estar dispuesto a conceder. Con las elecciones en Alemania a la vuelta de la esquina, algo que no es una mera coincidencia, Europa está decidida a trasladar una parte del coste del rescate a los ahorradores de un país que hasta ha aparecido en las listas de paraísos fiscales de la OCDE.