El 31 de diciembre a las 23:59 horas EEUU tiene una cita con el destino: deberá cuadrar las cuentas del estado, no sólo aumentando impuestos, sino también recortando gastos.
Poco a poco se está agotando el plazo. Y aunque, hubo un tiempo en el que había mucho miedo al impacto que podría tener el recorte de gasto público automático, parece que las tensiones se han ido relajando, porque los sectores (en teoría más afectados) lucen buenas recomendaciones. Es probable que todo el tiempo que llevamos hablando de estas rebajas hayan acabado por calmar las aguas.