El anuncio de la reapertura de las fronteras entre países europeos ha sentado muy bien a los mercados. El propio Ibex 35 ya ha superado la barrera de los 7.000 puntos y se coloca en posiciones no vistas desde el 10 de marzo. Con todo, hay empresas que no han sido capaces de subirse a esta ola de rebotes en la bolsa.
Banco Sabadell es la única empresa de todo el índice español que sigue por debajo de los mínimos del pasado mes de marzo. Mientras que otras entidades bancarias ya se han recuperado y cotizan por encima de dichos niveles, el banco catalán se ha mantenido de forma constante por debajo de dichas posiciones.
Los efectos nocivos de la pandemia no solo han deteriorado la cotización bursátil del catalán, si no que sus previsiones de beneficio neto para este año también se han visto dañadas. Los expertos han recortado sus pronósticos hechos a principios de enero en más de un 70% y se vaticina que se quedará a las puertas de los 200 millones de euros, su peor año desde 2012. Asimismo, sus recomendaciones han ido empeorando, paulatinamente, lo que la convierte en el tercer grupo del Ibex 35 con mayor porcentaje de analistas aconsejando vender sus acciones.
Otra de estas excepciones es Indra. El grupo nunca ha perforado los mínimos del pasado mes de marzo, pero mientras la mayoría de españolas rebotan en la bolsa, esta sigue cayendo. En consecuencia, se ha colocado como la segunda empresa después de Bankia más próxima a los valores más críticos de la crisis del Covid.
La multinacional ha aguantado mejor que el Sabadell las réplicas del terremoto coronavirus y sus previsiones de beneficio solo se han deteriorado un 36% y se espera que cierre el año cerca de los 100 millones de euros. Asimismo, el consenso de mercado aconseja por ahora mantener sus títulos.