El movimiento alcista de los precios de la renta fija norteamericana ha sido violento como cabía esperar de un desplome de los precios en la renta variable. Y la situación ha provocado circunstancias que merece la pena tener en cuenta porque pueden ser la puntilla para un mercado de valores que ha quedado a merced de los bajistas en tendencia.
Por un lado tenemos la parte más larga de la curva, con el 30 años aguantando milagrosamente sobre su primer soporte horizontal tras un nuevo fracaso en su directriz bajista principal. La posibilidad de un doble techo (t1t2?) considerablemente bajista para los tipos largos a medio plazo, y por ende para las bolsas, depende de la ruptura de los mínimos de los últimos días -situada en el 3,35%-; circunstancia que coincidiría con la pérdida de los mínimos de 2009 en el Bono a 10 años o T-Note.
Y es ahí donde entra en acción la parte corta de la curva. Como puede verse en el último de las tres fiebres que acompañan al gráfico, la zona de mínimos históricos ya ha sido abiertamente pulverizada por el dos años una vez más. Y si las pautas formadas en las directrices bajistas han funcionado desde el 2 al 10 años. ¿Por qué no iban a suponer un punto de inflexión relevante en el 30?