Enero acaba un mes en el que muchos bonos soberanos han marcado récords históricos. Grecia ha sido el país que se ha salido de esta foto después de la victoria de Syriza en las elecciones.
La victoria de Syriza en las elecciones del pasado domingo provocó que la deuda griega viviese su peor semana desde mayo de 2012. Ni siquiera el dopaje de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) consiguió mitigar la huida de inversores del país. La rentabilidad del bono a 10 años se disparó 276 puntos básicos hasta el viernes, con continuos tirones a medida que las posturas entre Atenas y Bruselas se alejaban. Este avance, el más acusado en casi tres años, llevó a la rentabilidad del título por encima del 11%, el nivel más elevado desde julio de 2013.
Mientras el mercado castigaba la deuda helena, los inversores se refugiaban en Alemania, lo que elevó todavía más la prima de riesgo el país, hasta la zona de los 1.100 puntos básicos.
Los ahorradores se apresuraron a retirar sus depósitos de las entidades griegas por temor a perder su dinero, lo que amenaza con generar una crisis bancaria. Un corralito en plena eurozona. El BCE garantiza la liquidez con el programa de asistencia de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés), pero después de las declaraciones cruzadas entre el nuevo Gobierno y Fráncfort, el apoyo de la institución podría debilitarse. La agencia de calificación S&P amenazó el viernes con bajar el rating de cuatro bancos sistémicos del país y la Bolsa de Atenas respondió con otro fuerte descenso y un repunte de la rentablidad de la deuda.
El mes de enero ha estado marcado por el anuncio histórico del BCE de su programa billonario de compra de bonos, al que destinará 60.000 millones mensuales, al menos hasta septiembre de 2016. Este impulso llevó a muchos bonos europeos a marcar mínimos históricos. Tanto, que en el Viejo Continente hay 9 países que tienen alguna parte de su curva de rentabilidades en negativo.
El Tesoro español aprovechó las buenas condiciones de mercado creadas por el BCE para emitir el martes letras a 3 meses marcando un interés medio histórico: del 0,018%. El jueves tomó el relevo Irlanda, con una colocación de letras a 6 meses en el 0,00%. Niveles históricos que muestran el apetito de los inversores por la renta fija antes de que Fráncfort empiece su programa de compra de bonos en marzo.