Si al principio de la jornada la renta variable celebraba el acuerdo verbal en EEUU, sólo fue conocer el desastroso dato del ISM manufacturero y los inversores acudieron al refugio: oro y franco suizo.
Parecía que todo podía volver a su cauce con el acuerdo verbal al que habían llegado republicanos y demócratas para aumentar el techo de la deuda en EEUU. Pero nada más lejos de la realidad, llegó el ISM manufacturero, con unos datos peor de lo que se esperaba y que no se veían desde 2009, y truncó el avance en los activos de riesgo: la renta variable.