La llegada del nuevo año no ha cambiado el panorama para el petróleo. Sigue cuesta abajo y sin frenos, lo que quedó patente el pasado lunes cuando cayó un 5,9 por ciento en su peor sesión desde el 27 de noviembre, día en el que la OPEP publicó que no recortaría la producción, haciendo que los bajistas consolidasen su control sobre el precio del recurso energético.
La situación de sobreproducción en la que se encuentra el mercado del petróleo generó descensos hasta mínimos de cinco años, y llevó al precio del barril Brent -de referencia en Europa- a perder más de un 53 por ciento, el equivalente a casi 62 dólares de su precio.