Hace exactamente un año que el real brasileño vivía una de sus peores sesiones. La moneda brasileña se desplomaba y alcanzaba mínimos históricos tanto en el cruce que mantiene con el dólar, en los 0,24 dólares (4,17 reales), como el de la divisa común, en los 0,21 euros (4,67 reales). Doce meses después la moneda carioca ha logrado reponerse siendo la más alcista de 2016.
Aunque el recorrido del real brasileño es muy diferente al cosechado hasta la fecha en 2015, la situación que le llevó a cotizar en el menor nivel de su historia no ha desaparecido. Y es que, la moneda cotizaba estar inmersa en un proceso de estanflación motivado por una aguda recesión económica que coincidía con una inflación cercana al 10% (cerró el año en el 10,7%, su mayor nivel en 13 años). Pese a ello, casas de análisis como Ebury indican que "la depreciación del real del año pasado fue excesiva".
Como si de un perro de las divisas se tratara, la que fue una de las que peor acabaron 2015, es la que mejor desempeño desarrolla a lo largo de 2016. En este sentido, ni siquiera el yen, que gracias a su condición de refugio se mueve al alza en casi todos los cruces, logra batir al real brasileño que se coloca como la moneda más alcista de todo el mundo ganando en este cruce más de un 3%.
Todo ello a pesar de que la situación económica que arrastraba el país a lo largo de 2015, lejos de desaparecer, se ha intensificado. Brasil suma otro año con un dato de inflación que todavía se mantiene lejos del objetivo del 4,5% fijado por el gobierno del país mientras que el PIB registró en el segundo trimestre su sexto consecutivo a la baja.
Algo que sí que es diferente es la situación política del país. Para Ebury en 2015 "la agitación política en Brasil pesaba sobre el sentimiento hacia la moneda". Mientras, desde State Street Global Markets señalan que en el presente ejercicio el nuevo gobierno "está tratando desesperadamente de recuperar parte de la credibilidad de la política perdida estos años".
Y es que, mientras que el pasado año se estaban fraguando los rumores de falsificación de cuentas del ejercicio anterior por parte de la ejecutiva de Dilma Rousseff, este verano la mandataria ha sido retirada de su puesto y se ha nombrado a Michel Temer como su sucesor.
Además de la situación política, el papel de los bancos centrales también está jugando un papel importante ya que frente a las políticas expansivas de buena parte del mundo y a la inactividad de la Reserva Federal, el Banco de Brasil mantiene "las tasas de interés altas y por encima del nivel de la inflación", señalan desde Ebury.
Con todo ello, la divisa carioca rebota desde el mínimo que marco el pasado año frente al dólar más de un 30%, lo que le lleva a situarse por encima de los 0,31 dólares (3,21 pesos). En el cruce que mantiene con el euro suma desde entonces casi un 29,4%, lo que la devuelve a la zona de los 0,28 euros por real (3,61 reales).
La condición de moneda más alcista de 2016 la gana con creces. Si atendemos a las 10 monedas más líquidas que monitoriza Bloomberg, en todos los cruces, salvo el del yen, suma más de un 10% siendo frente a la libra donde mejor se comporta con una ganancia del 28%.
En cuanto a los mercados emergentes, el peor comportamiento lo registra con el rublo ruso aunque suma más de un 6%. Es con el peso argentino seguido del mexicano donde sus subidas son más pronunciadas con un 30,9% y un 28,7%, respectivamente.