El pronunciamiento del alcalde de Londres, Boris Johnson, a favor de que Reino Unido salga de la Unión Europea, llevó ayer a los inversores a vender libras hasta hacerla caer un 1,6% y presionarla a niveles no vistos desde 2009.
El primer ministro británico, David Cameron, consiguió el viernes que el Consejo Europeo, con Donald Tusk a la cabeza, se plegara a sus exigencias de un estatus especial para su país. A cambio, el premier se comprometió a hacer campaña por la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, que se decidirá en el referéndum del 23 de junio. El conservador ganó la batalla en Bruselas, pero el órdago no le salió bien en casa. Los ministros de Justicia y Trabajo y Pensiones, Michael Gove e Iain Duncan, se acogieron a la libertad que Cameron dio a los suyos y se manifestaron abiertamente a favor del Brexit, la salida de la Unión Europea.
Sin embargo, su postura no tuvo la misma repercusión que la del mediático Boris Johnson, el alcalde de Londres, conservador. "Quiero una nueva relación con Europa basada más en el comercio y en la cooperación, y menos en el elemento supranacional", aseguró Johnson. Sus declaraciones no son las de un alcalde cualquiera al otro lado del Canal de la Mancha, sino las de la segunda persona más influyente para los británicos, por detrás del primer ministro, en la decisión del voto en el referéndum, según una encuesta de Ipsos/MORI.
Los inversores extranjeros también se toman en serio sus palabras, a juzgar por el comportamiento de la libra durante la jornada de este lunes. La divisa de Reino Unido sufrió su peor jornada frente al dólar en los últimos siete años. La moneda se depreció un 1,6 % frente al billete verde y cayó a los niveles de 2009, cuando Reino Unido atravesaba su crisis bancaria. La libra se cambió este lunes a 1,4 dólares, aunque para la hora del té ya había recuperado los 1,41.
Por su parte, la moneda que Reino Unido no quiso adoptar y de la que busca distanciarse ganó este lunes un 1,4 %. La libra cedió hasta los niveles de 2014 frente a la moneda única y se pagó a 1,27 euros. La moneda que rige la City tampoco logró remontarse a sus principales competidoras y retrocedió más de un 3 % frente a las divisas commodities. La libra también acumula ya las mayores caídas del año, con más de un 5 % frente al dólar y un 4 % ante el euro.
La bolsa de Londres se olvidó este lunes del ritmo de la libra y ganó un 1,47 %. Al igual que el bono, que ganó un 0,18 %.
Sin embargo, las empresas más expuestas a una posible salida de la Unión Europea, monitorizadas por el EU Referendum Index de JP Morgan, se dejaron, de media, un 0,34 %. Más acentuada es su caída en lo que va de año. El parqué de Reino Unido ha retrocedido un 3,28 %. Por su parte, este índice compuesto por 11 compañías, en su mayoría bancos y aseguradoras, se ha desplomado un 13,49 %.