La divisa rusa sufre su mayor caída en dos semanas después de que el Ministerio de Economía reconociese que la economía del país ya se contrajo en noviembre en tasa interanual. El petróleo vuelve a marcar mínimos del año al dejarse un 2,5%.
El destino de la economía de Rusia es conocido por todos. La suma de las sanciones internacionales y de la depreciación del crudo ha resultado una resta implacable para Rusia. Tanto que el PIB del país está desacelerando con fuerza, tanta que en noviembre ya se contrajo respecto al año anterior, un 0,5%, según adelantó hoy el Ministerio de Economía del país. Este es sólo el primer paso del oso ruso antes de caer en una profunda recesión que podría contraer su PIB en un 4% si el petróleo sigue en el entorno de los 60 dólares, según advirtió el ministro de Finanzas, Anton Siluanov.