BBVA (BBVA.MC) obtuvo un beneficio neto de 4.323 millones de euros en los primeros nueve meses del año, lo que supone un 25,3 % más que en el mismo periodo de 2017, gracias a las plusvalías obtenidas por la venta de BBVA Chile, por importe de 633 millones.
Lo más destacable en las últimas sesiones es que se mantiene sobre el soporte horizontal y psicológico que presenta en los 5 euros y, de momento, tras martillearlo la pasada semana se mantiene en pie. Del mantenimiento de este soporte de los 5 euros depende que no se abra la puerta a una caída que lleve al banco a buscar su directriz alcista de largo plazo y que viene guiando las subidas desde los mínimos que marcó el año 2009 en los 2,60 euros, que actualmente discurre por la zona de los 4,60 euros.
Para que se aleje el riesgo de asistir a una caída a esa directriz, e incluso no descartaríamos una eventual cesión hacia los 4,40 euros, el primer paso es que el BBVA consiga superar los 5,41 euros y el definitivo sería que lograra batir resistencias de 5,68 y 5,83 euros. Mientras eso no suceda, y teniendo en cuenta el importante deterioro técnico que sufrieron las bolsas europeas la semana pasada, invita a no confiar en un próximo rebote y plantea un contexto de continuidad de la corrección bajista de los últimos meses.