El pasado viernes decidimos recomendar cerrar Basf (BAS.XE) al marcar nuevos mínimos decrecientes por debajo de los mínimos de los últimos meses, límite de lo que estábamos dispuestos a asumir en una estrategia que abrimos en el mes de abril buscando la reanudación de su tendencia y que fracasó en el entorno de los 90 euros.