Caídas en la renta variable japonesa que no encuentra por el momento la presión compradora suficiente para retomar la senda alcista, pero mantiene sus opciones intactas. Una vez que el Nikkei (NIKKEI225.) superó sesiones atrás su primera resistencia relevante que encontraba en el hueco bajista abierto en la primera sesión de marzo desde los 21.724 puntos, la presión alcista debe de encarar el entorno resistivo de los 22.500/ 22.680 puntos. Su superación confirmaría un patrón alcista en forma de doble suelo y ya tendríamos mayores garantías de que estamos ante el origen de un nuevo segmento alcista a favor de la tendencia principal. Mientras el Nikkei no ceda el soporte clave de los 21.000 /20.800 puntos seguimos confiando en que es el escenario más probable.
Los máximos que marcó el Nikkei a finales de enero han sido un techo temporal en los ascensos de los últimos meses y el punto de origen de una corrección que aún no podemos dar por finalizada, pero ya ha alcanzado niveles de soporte importantes como son la directriz que guía los ascensos desde los mínimos marcados en 2016 y que discurre por la antigua zona de resistencia superada de los 21.000 puntos, convertida ahora en soporte. Por tanto, una recaída hacia ese entorno encaja con un throwback o vuelta atrás para posteriormente contraatacar al alza en busca de la reanudación de la tendencia. El Nikkei ha corregido un 61,8% del último segmento alcista y consideramos que nos encontramos ante una buena oportunidad para que aquellos que no estén posicionados se planteen hacerlo.
Aún no podemos considerar que se han alejado los riesgos bajistas, pero por el momento seguimos confiando en la tendencia alcista con un próximo objetivo destacable en el entorno de los 24.900/ 25.200 puntos.