La cotización del Santander ha recibido negativamente su presentación de resultados, que registró entre enero y junio un aumento de su beneficio neto del 24,3%, hasta los 3.426 millones de euros.
No obstante, estas caídas siguen encajando con la hipótesis con la que trabajamos y que considera la continuidad de las alzas como escenario más probable.
Durante los últimos meses la cotización del Santander consolida posiciones por debajo de la gran resistencia que representan sus altos históricos con efecto dividendos y ampliaciones descontado en el precio, concretamente la zona de los 7,50 euros. En el chart adjunto puede verse la hipótesis con la cual trabajamos y que parte de la idea de que en próximas semanas veremos un ataque de ese entorno de resistencia, algo que tomaría cuerpo si se baten resistencias de 6,80 y 7 euros.
A corto plazo ofrece soporte la zona de los 6,24 euros, cuyo alcance podría ser aprovechado de forma agresiva por aquellos que pudieran estar interesados con stop bajo los 6 euros. La superación de los 6,55 euros ya sería una muestra de fortaleza importante que habilitaría un próximo ataque a la zona de resistencia que presenta en los 6,80/7 euros, cuya superación confirmaría un claro patrón de giro al alza en forma de cabeza y hombros invertido (hchi?) que abriría la puerta a un próximo ataque a la zona de altos históricos del gigante bancario.