Señalábamos esta manaña que si la cotización del BBVA perdía soportes clave de corto plazo como son los 9,88 euros (y que serían análogos a los 10.400 puntos del Ibex 35) estaríamos ante una señal de debilidad. Así ha sucedido, y ha sido lo que nos ha llevado a cerrar la estrategia que manteníamos sobre el valor.
La fortaleza que presentaba el BBVA la semana pasada y que contrastaba con la debilidad que presentaban la mayoría de bancos, nos advertía de que los alcistas no habían perdido el control y avisaba de que las caídas podían ser vulnerables.