El oro sigue ascendiendo en los últimos meses y se mantiene como activo refugio ante el miedo de los inversores a la expansión del coronavirus.
En el más corto plazo consolida posiciones por debajo de los 1.700 dólares, pero todo apunta a que seguirá avanzando hacia los primeros objetivos que hemos venido valorando desde que superó el entornó resistivo de los 1.370 dólares, línea clavicular de un patrón de giro en forma de cabeza y hombros invertido Hablamos de alcanzar los 1.710 y los 1.800 en función de la extensión del giro por encima de la clavicular.
Por tanto, cualquier eventual consolidación o corrección consideramos que será una simple pausa para seguir avanzando.
En el más corto plazo no habrá debilidad destacable mientras no pierda los 1.620 dólares, pero sobre todo mientras no pierda los 1.550. A estas alturas es ya más una recomendación de mantener que de comprar y aquellos que estén posicionados y no estén dispuestos a asumir una corrección podrían ajustar el stop bajo los citados 1.620 dólares.