Cajastur es la segunda caja que está intervenida por el Banco de España. Los expertos aseguran que es vital una consolidación del sector y ésta puede pasar porque muchas de ellas coticen en el parqué español. De hecho, si estuviesen en bolsa tendrían una capitalización de 30.000 millones de euros.
Isidro Fainé tiene ante sí un arduo trabajo por delante. El recién nombrado presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), ha aterrizado en su puesto con una gran labor: la reestructuración del sector. Afectadas por la crisis financiera y golpeadas, en particular, por la excesiva exposición al ladrillo, las cajas de ahorros se enfrentan a uno de los momentos más críticos de su historia. Bancos y cajas tienen comprometidos 1,1 billones de euros en hipotecas, el 60 por ciento de todo lo prestado. Pero lo más preocupante es que tienen concedidos 325.000 millones de euros en crédito a promotor, de dudoso cobro, en muchos casos, sobre todo, atendiendo a las cajas. Por ello, serán decisivas qué medidas adopte este nuevo presidente para proveer a estas entidades de un mayor capital y permitirles salir de esta situación.
En este sentido, uno de los caminos que tienen para conseguir capital sería que saliesen al parqué. Las cajas pueden dotarse de capital igual que un banco, con la limitación de que ellas no emiten acciones, sino cuotas participativas, que es un título sin derechos políticos. De hecho, si debutasen en el mercado y teniendo en cuenta los ratios a lo que está cotizando la banca mediana española -que sería el mayor comparable de estas entidades- todas las cajas de ahorros españolas valdrían como mucho 30.000 millones de euros. Es decir, valdrían menos de la mitad de lo que capitaliza ahora Santander en el parqué ?la entidad cántabra tiene un valor en bolsa por 69.080 millones de euros? y en línea a lo que vale BBVA, ya que ahora tiene una capitalización de 32.800 millones de euros.
Debutarían en el peor momento, porque atendiendo a los ratios que se han llegado a pagar por los bancos medianos en bolsa, las cajas españolas han perdido con la crisis más de 100.000 millones de euros de capitalización. No obstante, los expertos aseguran que este sector debería de cotizar a unos ratios más bajos que la banca mediana, por los problemas intrínsecos que tiene. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, a menor PER (veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción), menor crecimiento se espera para esa sociedad en el próximo ejercicio. "El PER teóricamente no sería el mismo. Habría que corregirlo a la baja por varios motivos: menos diversificación geográfica y de la cartera de préstamos; diferencia de ratio de eficiencia por lo tanto más riesgo y más descuento; diferencia de morosidad y de prima por gestión",explica Jesús Muela, de gestor de la firma GVC Gaesco.
Y es que uno de los problemas que destacan la mayoría de los expertos es la alta exposición que tienen estas firmas al sector del ladrillo: casi el 60 por ciento de los créditos está dedicado a la construcción y sector inmobiliario con lo que la crisis se ha cebado con especial virulencia en su balance al tener que provisionar mucho de los créditos dados antes de la actual recesión.Esto es lo que explica que las cajas trimestre tras trimestre presenten caídas de resultados e incluso, se prevea que este ejercicio sigan presentando recortes en sus beneficios.
Por ejemplo, para las entidades medianas se estima un descenso del beneficio del 13 por ciento este ejercicio. De esta forma, estos bancos -Sabadell, Bankinter, Banesto y Popular? cotizan de media con un PER de 10,4 veces para este ejercicio de media, después de haber caído más de un 20 por ciento en lo que va de ejercicio. "Si las cajas cotizan habría que estudiar cada caso por separado.No todas las cajas tienen la misma gestión ni son del mismo tamaño. Las hay mucho más pequeñas que los bancos medianos y mucho más grandes, como es el caso de Caja Madrid o La Caixa. Para la mayoría un posible referente sería el PER del sector, concretamente el de la banca mediana, ya que su ámbito de actuación es el español. Aun así, no me gusta aplicar múltiplos sectoriales por las buenas. No obstante, a muchas cajas les aplicaría un descuento sobre el PER de la banca mediana por tamaño y por gestión, pero no a todas", comenta Juan José Fernández Figares, director de análisis de la firma Link Securities. Sólo se saldría claramente de esta fotografía La Caixa, que ha demostrado una fortaleza mucho mayor que el resto de sector incluso apostando por la internacionalización.
Otro de los principales inconvenientes que presenta este sector es su alta exposición a la economía española. La recesión está teniendo especial incidencia en el desempleo -el más alto de Europa superando un 20 por ciento-, lo que a su vez repercute en la morosidad de las entidades. Por ello, los expertos aseguran que se les exigirá una mayor rentabilidad a los bancos o cajas que no tengan diversificados sus ingresos en otras zonas geográficas. "El PER de las cajas debería ser más bajo por el mayor riesgo en la inversión. El problema es que muchas cajas están presentando pérdidas (incluyendo provisiones), con lo que en muchas no se puede calcular este baremo porque no son rentables", dice Guillermo Escribano, gestor de renta variable de Metagestión. A lo que hay que añadir que las cajas no están provisionando en sus balances el 30 por ciento de las propiedades inmobiliarias que permanecen en sus carteras más de un año, como recomienda el Banco de España, ya que esta medida llevaría el sector a pérdidas. Con los resultados de 2009 ya encima de la mesa, las dos entidades que han presentado números rojos son Caja Castilla la Mancha y Cajastur, que están intervenidas por el Banco de España.
En esta misma línea se posiciona Josep Monsó de GVC Gaesco, que asegura que el PER dependería de cada caja y del riesgo que el mercado asume de cada una de ellas. "No podemos generalizar, su exposición al mercado inmobiliario es clave, junto a la calidad de los créditos concedidos. La exposición geográfica sí que se entiende similar a la banca mediana española, lo que en estos momentos no juega a su favor. Podríamos aproximar el PER, pero a cada cual el suyo", dice este experto.
Los expertos aseguran que uno de los problemas que se les plantean a estas entidades es que tienen vencimientos de deuda por más de 20.000 millones de euros este año, un 10 por ciento de total de deuda que caduca en España a lo largo del ejercicio.
Pero a este inconveniente se une que en verano también finaliza la posibilidad de que las entidades puedan realizar emisiones de renta fija corporativa con el aval del Gobierno, lo que elevará el coste de la emisión, en la mayoría de las casos. No es lo mismo, que una caja de ahorros se financie a 10 años al 4,17 por ciento -es lo que en la actualidad se le pide al Reino de España-, que buscar capital con un rating de BBB+ en ese periodo.
Si hay algo claro en el mercado, es que las cajas necesitan reestructurarse en los próximos meses. De hecho, hace tan sólo unas semanas Bank of America Merrill Lynch emitió un informe sobre el sector en el que aseguraba que la concentración de las entidades sería positiva, porque mejoraría el valor y la posición de los grandes bancos y recortaría las provisiones que existen ahora del pasivo. Es un proceso de concentración que afecta a más de 450.000 millones de euros en activos. "Desde nuestro punto de vista, entre el 35 y el 45 por ciento de las cajas de ahorros debería de dejar de existir. Actualmente hay 10 procesos corporativos en marcha que afectan a 26 entidades", dice el banco estadounidense. Sin embargo, en la concentración no vale todo, ya que es necesario maximizar el potencial coste de las sinergias, que las operaciones corporativas diversifiquen el balance y la exposición a los diferentes segmentos. En este sentido, esta firma aseguraba que la emisión de cuotas participativas sería positiva, porque así las cajas podrían fnanciarse en el mercado, como ya hizo en su momento Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Una de las medidas que les está exigiendo el mercado es que estas cuotas participativas pudiesen tener derechos políticos en el parqué. Un hecho que, según los analistas, daría mayor atractivo y permitiría la entrada de más fondos institucionales, que ahora son reacios a comprar entidades con esta naturaleza.