El riesgo sobre España cotiza al alza en las últimas semanas. Sólo nombrar nuestro país entre inversores internacionales causa cierto rechazo, sobre todo, tras los fuertes desplomes de las últimas sesiones. Las incertidumbres que despiertan los países PIGS -Portugal, Italia, Grecia y España- a raíz de la problemática helena y la bajada de rating del Reino de España hasta AA provocan que los gestores no quieran tener una elevada exposición a nuestro mercado. Sin embargo, se puede invertir fuera de España sin salir de nuestras fronteras.
¿No se lo cree? Pues sólo tiene que echar un vistazo al Ibex 35 para darse cuenta de que casi un 50 por ciento de los resultados de las empresas del selectivo tiene pasaporte extranjero. Aunque la sede de la sociedad se encuentre en territorio nacional, en muchas compañías sólo es eso, porque los empleados, la facturación, la cartera de pedidos y los beneficios se fraguan en el exterior.
Por ello es tan necesario mirar en este momento de qué regiones proceden las ganancias de las cotizadas. Los gestores prefieren que la mayor parte de los resultados se produzca fuera de la península e incluso consideran que es más positivo si éstos se generan más allá de la zona euro. Hay que tener en cuenta que la divisa europea se ha depreciado más de un 14 por ciento en lo que va de ejercicio, lo que permite que nuestros productos sean más interesantes fuera de esta región.
"La selección de valores debería centrarse en compañías con una exposición nacional limitada, con presencia significativa en Latinoamérica, una posición financiera sólida, escaso riesgo de refinanciación, poca sensibilidad a los tipos de interés, buenas perspectivas de crecimientos y una valoración relativa", comentaba hace unas semanas la firma de inversión de Santander en un informe sobre el mercado español.
En los últimos años, las compañías han usado abundante liquidez a precios baratos para crecer internacionalmente y diversificarse fuera del mercado español. Los ingresos nacionales se han reducido del 61 al 44 por ciento en los últimos ejercicios. Y el año pasado, por primera vez, los ingresos y los beneficios superaron a los que se generaron en casa. Además, las estimaciones de los analistas apuntan a que las ganancias internacionales crecerán más en los próximos ejercicios ante la debilidad de una economía española que todavía necesita unos años para concluir su proceso de ajuste.
El mejor ejemplo de que las compañías del Ibex son internacionales es Técnicas Reunidas. El negocio principal de esta ingeniería es realizar proyectos llave en mano para las empresas de petróleo, gas y otro tipo de energías. De esta forma, el grueso de negocio lo realiza en Oriente Medio. Aunque en 2009, la compañía presidida por José Lladó obtuvo unas ventas de 2.634 millones de euros, el 46 por ciento se generó en esta zona. Los ingresos de Oriente Medio corresponden a operaciones realizadas en Arabia Saudí, Abu Dhabi, Kuwait y Omán; mientras que en América, que le aporta casi un 7 por ciento, opera principalmente en Chile y México. España supone el 22 por ciento.
Pero a la diversificación geográfica que tiene la sociedad se une una cartera de pedidos que ronda los 5.000 millones de euros y una tesorería de 857 millones, lo que supone un 34 por ciento de su valor en bolsa. De esta forma, a pesar de que Técnicas Reunidas tiene su sede en Madrid, es una de las cotizadas con mejores recomendaciones por los gestores internacionales.
Telefónica también destaca dentro de las compañías españolas como una de las cotizadas que menos depende de la zona euro. Casi un 40 por ciento de sus resultados proviene de fuera del Viejo Continente. De los 13.600 millones que la operadora obtuvo de beneficio operativo, 5.350 millones tienen pasaporte latinoamericano, donde trabaja, principalmente, en Brasil, Venezuela y Argentina. Esto se debe a que ha realizado en 2009 y 2008 inversiones de 3.187 y 3.393 millones de euros, respectivamente. Otro de sus principales mercados fuera de la eurozona es Reino Unido, que representa más de un 10 por ciento de sus ventas tras la compra de la operadora británica O2 en 2005 por 17.700 millones de libras, unos 26.094 millones de euros en aquel momento.
Esta gran diversificación le permite ser la cuarta operadora del mundo, con un valor en bolsa de 75.000 millones de euros y un beneficio neto de 8.100 millones estimado para 2010, sólo superada por China Mobile, AT&T y Vodafone. Su privilegiada posición en el sector y su alta rentabilidad por dividendo, que supera el 7 por ciento, la colocan como uno de los valores más atractivos por los analistas. De hecho, por ahora para la operadora se fija un precio objetivo de 20,5 euros por acción, lo que supone un potencial superior al 20 por ciento para los próximos 12 meses.
Una situación similar se vive en Abengoa, que es la tercera compañía del Ibex 35 en la que los beneficios menos dependen de España y de la zona euro. De cada 10 euros que logra por las ventas, 6,8 euros se consiguen fuera de las fronteras. Y es que Estados Unidos supone el 13,9 por ciento de su facturación, mientras que Iberoamérica le aporta un 28,4 por ciento. Además, casi el 8 por ciento también se consigue del Norte de África.
Pero a su diversificación geográfica se une la tranquilidad financiera en el corto plazo. Ante la delicada situación que estaban tomando los mercados de capitales, Abengoa ha realizado tres emisiones de renta fija en un ejercicio, con lo que deja cubiertas sus necesidades financiación en los próximos meses: dos de bonos, con los que ha captado 750 millones de euros, y una de convertibles, con la que logró 250 millones de euros. De esta forma, no tiene vencimientos en el corto plazo. Incluso es una de las empresas más concienciadas con los mercados internacionales, ya que está intentando lograr rating por las agencias de calificación ?dentro del mercado español sólo un tercio de las cotizadas tiene cobertura por las agencias de calificación?. Se prevé que su nota crediticia se sitúe entre BB y BB-, pero desde la propia empresa comentan que lo importante es conseguir un rating con el que empezar a trabajar y tener una mayor credibilidad en los mercados internacionales.
Una estructura similar tiene Iberia. La aerolínea española controla las principales rutas con América Latina, con lo que obtiene más de de un 60 por ciento de sus ventas fuera de España. De éstas, sólo un 16 por ciento depende de la zona euro, mientras que un 35 por ciento se realiza fuera de la OCDE. Los analistas que siguen a esta compañía afirman que tras su unión con British Airways, se esperan obtener unas sinergias de 400 millones de euros, el peso español se verá reducido ganando más importancia Reino Unido y el resto de Europa.
Por ello, los gestores han valorado muy positivamente la unión de estas sociedades, sobre todo, en un entorno como el actual, en el que la recesión económica recorta el número de pasajeros y por tanto los beneficios del grupo. Aunque la compañía se unirá con British Airways este ejercicio, el consenso de mercado, que recoge FactSet, no espera que la nueva sociedad termine con beneficio este ejercicio. De hecho, se estima que los números rojos podrían rondar los 10 millones de euros.
Otra de las grandes compañías que ha sabido diversificar su negocio fuera de nuestras fronteras es Santander. La entidad presidida por Emilio Botín ha ido adquiriendo entidades en época de bonanza económica, que ahora le reportan unos jugosos beneficios en plena recesión económica. Esta empresa ha ganado internacionalización gracias a que compró la firma británica Abbey por casi 13.000 millones de euros en 2004, adquirió múltiples activos de crédito al consumo en Europa, realizó su desembarco en Estados Unidos a través de Sovereign y en plena crisis fue capaz de integrar dos bancos británicos (A&L y B&B). De esa forma, menos de un tercio de su negocio se genera en España, y un 26 por ciento en la zona euro. Además, los analistas consideran que su exposición exterior se va a seguir incrementando en los próximos años por su negocio en América Latina, que está viviendo importantes crecimientos a pesar de la difícil situación económica que vive el resto del Viejo Continente. De hecho, Brasil, en torno a un tercio del beneficio de la entidad procede de la región, le ha permitido tener un crecimiento de doble dígito, que compensa el débil comportamiento de España, y los expertos creen que se van a mantener estos incrementos en la región.
Una situación similar se repite en BBVA. En este caso la entidad presidida por Francisco González ha buscado una mayor dependencia al mercado mexicano, que en la actualidad también le está dando importantes frutos. Tal es la situación, que más de la mitad de la facturación se realiza fuera de nuestras fronteras y es lo que ha permitido en esta semana que BBVA sorprenda con sus cuentas al mercado.
Sin embargo, esto no se repite en la banca mediana, que prácticamente todo su negocio se genera en España. La recesión económica está incrementando la tasa de desempleo, es la más alta de Europa, lo que a su vez aumenta la morosidad de las entidades españolas. Por ello, los gestores se muestran bastante cautos con Bankinter, Sabadell, Banesto y Popular.
Fuera de las grandes empresas españolas, destaca la alta diversificación de Grifols y OHL. La compañía de hemoderivados genera el 75 por ciento del negocio fuera de nuestro país, sobre todo, en Estados Unidos, donde es una de las empresas líderes en su sector. Por su parte, la compañía de concesiones presidida por Juan Miguel Villar Mir ha visto en Brasil su dorado. Hay que tener en cuenta que la división de concesiones podría generar más de la mitad del beneficio bruto del grupo, una cifra que mayoritariamente se genera en el región brasileña. Además, el 86 por ciento de los proyectos de esta sociedad son fuera de España.