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El neumático de lluvia cumple 50 años: ¿cómo funciona?, ¿cuándo usarlo?, conducir con lluvia

  • Las principales diferencias radican en su dibujo y en el material con el que se elabora
  • Los neumáticos de lluvia de competición son similares, aunque usan materiales menos resistentes
  • Con lluvia hay que adoptar medidas de seguridad extras para evitar el 'aquaplaning'
La lluvia es uno de los elementos que más condiciona la conducción.

Juan Ferrari

El primer neumático de lluvia en el mercado fue creado por la empresa Uniroyal, el Rallye 180, que vio la luz en 1969 por lo que este año cumple el medio siglo. Gracias al nuevo modelo se podía alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h, según informa la empresa Continental propietaria de la marca Rallye, que destaca que ya entonces ese modalidad de rueda "fue considerada como la mejor frente a sus principales competidores por la revista Auto Motor und Spor, que la elogió en los años 1969 y 1970, y AutoZeitung, en 1971". Es uno de los avances que han contribuido a mejorar la seguridad vial.

La principal característica del Rallye 180 era su banda de rodadura simétrica. Ambas mitades eran estrictamente idénticas, lo que quiere decir que, si se trazase una línea imaginaria en el medio de la banda de rodadora, ambas tendrían el mismo dibujo. No se trataba, sin embargo, de una simetría axial sino de una simetría central.

Rallye 180, primer neumático de lluvia.

El dibujo era el mismo, pero invertido. Por ello, el Rallye 180 no incluía directrices de montaje en los flancos, ya que no era necesario montarlo en una dirección concreta. No había una flecha como en los neumáticos direccionales, ni un lado predeterminado como en los neumáticos asimétricos.

Este primer neumático de lluvia, que permitía todas las combinaciones posibles, facilitaba así un cambio sencillo y práctico. En resumen, esta banda de rodadura respondía a la perfección a las exigencias de los coches de la época. El Rallye 180, con una duración mejorada y una maniobrabilidad y una conducción cómodas, era un neumático de verano para turismos. La gama contaba con 30 tamaños, homologados para velocidades de hasta 180 km/h y disponibles en 13, 14 y 15 pulgadas.

Por sus características y prestaciones, el Rallye 180 ha allanado el camino a todos los desarrollos posteriores realizados por la marca del paraguas rojo.

Ruedas de lluvia: cómo funcionan

Los neumáticos de lluvia presentan unos materiales en su composición y un diseño en su banda de rodadura, que refuerzan su nivel de agarre ante condiciones climatológicas desfavorables, según explica la red de talleres Euromaster. Tanto la lluvia como la nieve dificultan el nivel de adherencia de los neumáticos, produciéndose en ciertas ocasiones el famoso efecto aquaplanning.

Se debe evitar pasar por charcos.

Para evitarlo, este tipo de neumáticos está diseñado especialmente para hacer frente a dichas condiciones y prevenir el derrape y la falta de agarre del neumático provocado por la humedad.

La explicación radica tanto en sus componentes como en su dibujo. Este tipo de neumáticos presentan una superficie algo más blanda que los neumáticos convencionales, lo que les proporciona un mayor nivel de adherencia al firme. Además, suelen presentar un dibujo en su banda de rodadura, que hace posible la evacuación del agua de una manera más eficiente y práctica.

Gracias a esta última característica, explican en Euromaster, el agua de la calzada se filtra entre las grietas del dibujo del neumático sin quedar atrapada entre su superficie y la de la carretera. Así, es más complicado que la rueda patine por el agua, pues ésta es expulsada antes de que el neumático resbale.

Ruedas de lluvia: cuándo usarlas

Los llamados neumáticos de lluvia son especialmente recomendables para un uso en determinadas localidades o localizaciones especialmente expuestas a las precipitaciones. Aquellos conductores que residan en zonas con un clima especialmente húmedo, ganarán un extra de seguridad utilizando este tipo de neumáticos en lugar de unos de verano o unos mixtos. Aunque, como apuntan desde la red de talleres, siempre debe tenerse en cuenta la posibilidad de optar por estos últimos en el caso de residir o trabajar en un área de climatología ocasionalmente cambiante.

Atasco por la lluvia en Madrid.

Los neumáticos de lluvia, también conocidos como neumáticos de invierno, están fabricados para soportar temperaturas especialmente bajas y climas muy húmedos sin que dichos factores afecten a la seguridad ni la calidad de la conducción. Por eso, muchos conductores optan por este tipo de neumáticos durante los meses más fríos del año, principalmente si tienen que salir a carretera habitualmente.

Consejos para conducir con lluvia

Euromaster aconseja que en días lluviosos la primera norma es extremar la precaución y conduzcas con especial cuidado, tratando de evitar circular a velocidades altas o realizar giros bruscos. Pese a que los neumáticos de lluvia aporten un plus de agarre y estabilidad al vehículo, el riesgo de accidente depende en gran medida de la calidad de la conducción.

Por tanto, en lluvia hay que extremar las medidas de seguridad. Esto incluye llevar las luces encendidas, pero también moderar la velocidad y aumentar la distancia con el coche de adelante a fin de contar con el tiempo y espacio necesarios para frenar y realizar maniobras.

La seguridad con lluvia no sólo afecta a los ocupantes del vehículo.

En la conducción en suelo mojado se reduce a la mitad la adherencia del neumático debido a que el asfalto es más resbaladizo. Para reducir al máximo el riesgo en este tipo de situaciones, además de contar con neumáticos en buen estado, es preciso llevar a cabo un mantenimiento regular de los amortiguadores y pastillas de freno, según recomiendan en Euromaster. También resulta de crucial comprobar el buen estado de los limpiaparabrisas y neumáticos.

Estado general y dibujo de los neumáticos

Para la conducción con lluvia es muy importante que los neumáticos estén en excelentes condiciones, tanto las gomas como la profundidad del dibujo. El dibujo del neumático es lo que permite evacuar el agua y mejorar la adherencia al suelo, y así garantizar la correcta distribución de las fuerzas de frenado y dirección. La profundidad mínima legal del dibujo del neumático es de 1,6 milímetros, aunque se recomienda evitar llegar a ese grado de desgaste. Circular con neumáticos en correctas condiciones permite evitar el aquaplaning.

Por este motivo, los neumáticos de verano se deben cambiar cada tres años como mucho y los de invierno cuando el dibujo tenga menos de cuatro milímetros de profundidad.

Velocidad y frenado

El aquaplaning ocurre cuando los neumáticos pierden adherencia al suelo, ya sea por atravesar un charco de agua o porque la carretera está inundada. Si los neumáticos en lluvia pierden el contacto con el suelo resulta complicado controlar el vehículo. La profundidad del dibujo y la presión de los neumáticos son dos de los factores determinantes del aquaplaning.

A menor presión y profundidad del dibujo, hay más probabilidad de que pierdas el control del vehículo por aquaplaning. Asimismo, cuanta más velocidad antes se sufrirá aquaplaning, ya que los neumáticos tendrán menos capacidad de evacuación del agua. Así pues, es preciso reducir la velocidad y evitar cualquier movimiento brusco, con giros suave y no frenar en seco.

Un consejo para evitar el aquaplaning es desacelerar el vehículo suavemente, levantando el pie del pedal en cuanto varíe el ruido de la rodadura o cambie la fuerza de la dirección. Se deben evitar los charcos mediante movimientos suaves, para lo cual es importante aumentar la distancia de seguridad. Si es inevitable, al salir del charco conviene dar ligeros toques al freno para que las pastillas se sequen.

Distancia de frenado

Al conducir sobre suelo mojado la reacción del coche a la frenada aumenta. Si la carretera está cubierta por una película de agua de 1,5 milímetros y los neumáticos tienen un dibujo de entre 1,6 y 3,00 milímetros de profundidad, la distancia de frenado aumentará en 34 metros respecto al suelo seco. En caso de tener que frenar con aquaplaning, si la película de agua tuviera 3,5 milímetros de profundidad y el dibujo del neumático estuviera en torno a los 1,6 milímetros, sería casi imposible controlar el vehículo.

Visibilidad

Para evitar situaciones de riesgo, es esencial tener la mejor visibilidad posible para poder anticiparse a lo que pueda ocurrir y observar con antelación el estado de la carretera. La conducción con lluvia perjudica notablemente la visibilidad, especialmente si se trata de una lluvia torrencial, por lo que resulta determinante mantener una distancia de seguridad prudente y que el limpiaparabrisas esté en perfecto estado.

Es imprescindible usar el aire acondicionado desempañar los cristales.

En caso de que se empañen los cristales, se debe encender el aire acondicionado en la función de desempaño. Ante problemas graves de visibilidad debido a la intensidad de la lluvia, es preferible buscar una estación de servicio donde descansar hasta que mejore la situación o incluso detenerse cuando sea posible si la visibilidad es imposible. Pero nunca en en el arcén si no se trata de una urgencia, pues los demás conductores también tienen escas visibilidad y no pueden ver un coche detenido en el arcén. Se debe evitar parar en zonas donde se estorbe, donde fluya mucha agua o se hayan formado grandes charcos.

Los retrovisores se vuelven inútiles.

Neumáticos de competición

Aunque son neumáticos diseñados para competición, su función principal es la misma y al igual que los convencionales, las bandas de rodadura presentan grietas para dejar pasar el agua, la composición no es exactamente la misma.

No obstante, en los neumáticos de competición los materiales que componen la goma de los neumáticos de lluvia son menos resistentes que en los neumáticos de invierno. Son unos neumáticos diseñados para ser exprimidos al máximo y ofrecer un gran rendimiento durante los periodos competitivos. Si se emplearan para un uso profesional o para enfrentarse a largas distancias de manera habitual, sobre firmes poco cuidados, o teniendo que lidiar con arena y barro en ocasiones, su integridad se vería muy comprometida.

Neumáticos de lluvia para F1.

Si crees que instalar alguno de estos neumáticos en tu vehículo te puede beneficiar, no dudes en pasar por alguno de nuestros talleres, donde nuestros expertos te ayudarán en la elección de la rueda que mejor encaje con tus necesidades.





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