Motor

A prueba el 'e-Kick', la propuesta de Peugeot y Micro para hacer los últimos kilómetros del viaje


    Fabián Cabello

    Al mismo tiempo que los centros de las ciudades van declarando la guerra al vehículo tradicional, surgen nuevas formas de trasladarse y además mucho más sostenibles. | Lea esta y otras noticias en la revista gratuita eE Digital 4.0.

    Lo que va a ocurrir en muy pocas semanas en Madrid, con la entrada en vigor de la prohibición de circular con coche por zonas como la tradicional Gran Vía y aledaños es un buen ejemplo de ello. Para hacer frente a esa situación, pongámonos en el caso de alguien que viva en uno de los barrios más alejados y que siga prefiriendo ir en su propio coche al trabajo hasta esas zonas vetadas al tráfico privado.

    En ese caso, entre todas las opciones posibles para terminar el recorrido -paseo a pie incluido- un patinete eléctrico puede ser una alternativa a tener en cuenta. En ese caso, puede decidir entre alquilar uno de Lime o del resto de compañías que están implantándose ya como Flii, Bird o Koko. O bien adquirir uno propio. Si se decanta por esta segunda opción, de entre todos los productos que ya se encuentran en el mercado, hemos tenido la oportunidad de probar el que han lanzado Peugeot y Micro, que han llamado e-Kick.

    Sus fabricantes nos advierten de que su motor se limita a asistirnos en la marcha. De ahí, su reducido tamaño y peso. Éste va incluido con el SUV Peugeot 3008, que cuenta en el maletero con un puerto en el que trasladarlo y que se va cargando cuando arrancamos el coche. Si lo queremos adquirir aparte, también se puede comprar por 1.100 euros.

    De él podemos destacar como puntos fuertes el diseño y su fácil portabilidad al ser totalmente plegable en cuestión de pocos segundos. Su peso, de 8,5 kilogramos, es reducido si lo comparamos con otros patinetes de las compañías mencionadas.

    Hasta 25 km/h y 12 km de autonomía

    Para que entre en funcionamiento, tenemos que dar un primer impulso -cuánto más fuerte mejor- y al no contar con acelerador, necesitará que cada poco tiempo hagamos un impulso con las piernas flexionadas. Así le vamos recordando que seguimos arriba y que tiene que seguir avanzando. Si vamos cuesta abajo, el patinete se dispara y entonces, al no contar con freno en el manillar, debemos colocar un pie sobre el freno que hay sobre la rueda trasera e ir dando toquecitos para evitar que acelere más de lo debido. Si nos desplazamos por un lugar llano, deberemos repetir ese impulso inicial de forma constante para mantener una velocidad. Cuesta arriba surgen más problemas. Sus fabricantes argumentan que dispone de una autonomía de 12 kilómetros a 25 kilómetros por hora.

    Probándolo, comprobamos cómo la nueva regulación tiene desconcertados a la propia policía municipal, al menos hasta hoy, cuando entra en vigor la nueva normativa de movilidad. Uno de los agentes dijo que aún no estaba en vigor la nueva ley, dando a entender que no podía circular o que solo por zona peatonal (iba por la calzada). "¿Entonces ahora solo puedo ir por zona peatonal y cuando entre en vigor me multará por ir por esa zona?". El agente decidió cambiar de tema: "Además, necesita llevar casco...". En cualquier caso, desde este miércoles 24 de octubre, el Consistorio madrileño expulsa a los patinetes eléctricos de la acera, pues tienen que circular por calles de con límites de velocidad de hasta 30 km/h.




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