Motor
BMW Serie 8 Coupé: probablemente, el lanzamiento más esperado del año
Jorge Arenas
¿Alguien se acuerda de la serie 8 original de BMW? No ha pasado tanto tiempo desde su desaparición, pero es un modelo que, aunque marcó una época en la marca, quizá haya caído en el olvido a estas alturas. Los BMW 840Ci, 850Ci y 850CSi animaron el panorama de los deportivos GT entre los años 1989 y 1999 con sus motores de 8 y 12 cilindros, su espectacular diseño y su elevada tecnología. La Serie 8 de BMW llegó a finales de la década de los 80 para dar relevo a la extinta Serie 6 y se convirtió rápidamente en un modelo de culto, muy deseado incluso a día de hoy.
Casi dos décadas después del cese de producción de aquel modelo, la firma bávara anuncia su renacimiento. La nueva Serie 8 Coupé de BMW ya está lista y, como aquella vez, viene a sustituir a la Serie 6 de hoy. Asentado sobre la plataforma del actual BMW Serie 7, se convierte en el máximo exponente de la marca. Dice BMW que el número 8 queda reservado a modelos deportivos y lujosos capaces de provocar grandes sensaciones: los BMW Z8 e i8 son una clara muestra de ello, y ahora se suma la familia el nuevo Serie 8, que viene dispuesto a dejar el pabellón bien alto.
Visto desde fuera, sorprende el hecho de que conserva prácticamente intacto el diseño de aquel concept que anunciaba su llegada en la edición 2017 del concurso de elegancia de Villa d'Este. En aquel momento a todos se nos abrieron los ojos al ver los trazos fundamentales que definían a la nueva generación. Y, afortunadamente, el modelo final de producción conserva esa figura coupé de dos puertas, muy moderna, con una aerodinámica cuidada y con un lenguaje claramente emocional.
También es práctico gracias a un maletero de 420 litros y a su longitud de 4,84 metros que, presumiblemente, deja espacio a un habitáculo de cotas generosas. En su construcción se ha tenido en cuenta la reducción de peso mediante el empleo de una inteligente mezcla de materiales como el aluminio, el magnesio y la fibra de carbono.
Un coupé muy prestacional
La gama inicial la componen dos versiones, curiosamente, una de las dos es diésel (quizá el gasóleo aún tenga más vida por delante de la que nos hacen pensar algunos fabricantes). Las motorizaciones son las siguientes:
BMW 840d xDrive: de 6 cilindros en línea ,con 320 CV, 680 Nm de par, una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y un consumo medio de carburante de 5,9 litros cada 100 km.
BMW M850i x Drive: V8 twin turbo, con 530 CV, 750 Nm, una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y un consumo medio de 10 litros redondos a los 100.
Ambas se asocian, de serie, a un cambio automático de 8 velocidades y convertidor de par, y al sistema de tracción integral xDrive.
Entre la tecnología aplicada a la conducción de la nueva Serie 8 de BMW, figura la suspensión de dureza variable, el eje trasero direccional, el modo de avance por inercia (entre 15 y 160 km) y el sistema de modos de conducción. Este último gestiona la suspensión, la respuesta del motor, el cambio y la tracción a través de los perfiles eco, pro, confort, sport y sport+.
A finales de año llegará al mercado el nuevo coupé de la marca alemana con un precio aún sin definir.