Motor

Seat Ateca 1.4 EcoTSI 150 CV: el superventas español, a prueba


    Jorge Arenas

    Nunca es tarde para llegar al mundo SUV. Que se lo digan a Seat, que desembarcó en este segmento ligeramente tarde, cuando ya muchas marcas se habían lanzado a la aventura, pero lo hizo bien, con buena letra y con las ideas bien claras. Tanto es así, que su primer todocamino es uno de los más vendidos en nuestro mercado. El tercero en lo que va de año, para ser exactos. Y si hablamos de la compañía, se ha convertido en el nuevo pilar de sustentación, a la altura del Ibiza y el León, lo que es mucho decir.

    El Ateca es ese alumno de la clase que todo lo hace bien, que aprueba todas las asignaturas con nota, pero que, al mismo tiempo, pasa ligeramente desapercibido. Es un coche que huye de excesos y estridencias. Lo suyo es la corrección, el saber estar y el equilibrio. Porque si algo define al Seat es precisamente su capacidad para combinar las cualidades propias de un SUV con una puesta en escena racional y un precio acorde a las circunstancias. Habrá quien piense que tanta cordura puede terminar siendo aburrida -algo típico en algunos modelos del grupo VAG-, y no le faltará razón… hasta cierto punto. Porque es justo en ese momento cuando el Ateca saca a relucir sus armas escondidas para terminar convenciendo a quien haga falta.

    ¿Y cuáles son esas armas? En primer lugar, la dinámica. Este es, seguramente, el elemento diferenciador más marcado, no sólo del Ateca sino de cualquier modelo de Seat. La firma española sabe poner a punto sus coches con ese toque de agilidad que tanto gusta y que, en el caso de un coche como el de esta prueba, se agradece especialmente. Mientras otros SUV se siente como barcazas sobre el asfalto por su altura, su peso y su tacto de chasis, el Ateca se distancia de sus rivales con una pisada aplomada y certera, que en ningún caso llega a ser incómoda. Así que, por un lado, quien busque confort lo encontrará y, por otro, quien quiera divertirse conduciendo, también lo hará. Todos contentos. Las sensación es como ir conduciendo un León, pero un poco más alto, sin más. Y esto es un buen dato.

    Bajo el capó de nuestra unidad de pruebas se aloja el motor 1.4 EcoTSI de 150 CV, con cambio manual y tracción delantera en este caso. Ocupa el segundo escalón en la gama de gasolina, tras el 1.0 de 116 CV (se puede quedar algo escaso, como ya pudimos comprobar), y lo cierto que tiene luces y sombras. En líneas generales es un buen motor: ofrece potencia suficiente, es refinado y silencioso hasta decir basta, entrega los caballos de forma suave desde regímenes bajos y se asocia a una transmisión manual de seis velocidades de muy buen tacto. Además tiene un sistema de desconexión selectiva de cilindros que deja la mitad de la bancada inactiva cuando no se necesita, para así aumentar la eficiencia en marcha.

    Sin embargo, a lo largo de los kilómetros recorridos durante la prueba tuvimos una sensación constante de falta de carácter. El TSI acelera bien, pero con poca garra. Parece como si, de alguna manera, estuviera descafeinado. Y no es que sus cifras sean malas, ni mucho menos, ya que las aceleraciones son objetivamente correctas, pero quizá esperábamos que esos 150 CV se comportasen de una manera más viva. Los desarrollos del cambio algo largos pueden tener parte de culpa, igual que el retraso en la respuesta del turbo, que a veces parece excesivo. Todo ello, unido a una subida de vueltas muy progresiva y ordenada, le resta puntos de pasión a la conducción. El consumo, que sobrepasa los 7 litros en condiciones reales, tampoco es para tirar cohetes, y más si se compara con el TDI de igual potencia, que fácilmente reduce esa cifra en 2 litros/100 km.

    En el apartado práctico, el Seat Ateca responde perfectamente a los cánones del buen SUV. Tiene una carrocería voluminosa, una postura de conducción elevada y un interior que crece en sus cotas frente al segmento compacto no SUV. De hecho, este es uno de los aspectos más convincentes del Ateca, que ofrece dos filas de asientos realmente amplias y un maletero de 510 litros, y todo ello contenido en un 'envoltorio' de apenas 4,36 metros de longitud, lo que no supone ni medio palmo más que lo que mide un Seat León. Milagros de la plataforma modular MQB…

    Por lo demás, el Ateca es un coche correctamente equipado desde sus acabados más básicos, que ofrece además paquetes de equipamiento a precios populares, lo que permite configurar una unidad con una amplia dotación sin que la factura se dispare en exceso.

    La conclusión final es que este Seat es un modelo que da en la diana, perfectamente alineado con las expectativas que pueda tener el cliente de un SUV generalista del segmento C. Un coche equilibrado y bien hecho, quizá no muy sorprendente en tema de diseño, pero sí muy equilibrado en líneas generales. Sin lujos, pero práctico, funcional y divertido de conducir.

    Lo más destacable

    - puesta a punto de chasis

    - ergonomía bien estudiada

    - precio equilibrado

    Lo mejorable

    - diseño conservador

    - consumo del 1.4 TSI

    - Tracción integral 4Drive sólo asociable a los acabados mas altos de gama

    FICHA TÉCNICA

    Motor: gasolina, turbo, 4 cil, 1.395 cc

    Potencia: 150 CV a 5.000-6.000 rpm

    Par motor: 250 Nm a 1.500-3.500 rpm

    Consumo mixto oficial: 5,3 l/100 km

    Transmisión: manual, 6 velocidades

    Maletero: 510 litros

    Velocidad máxima: 201 km/h

    Aceleración 0-100 km/h: 8,5 segundos

    Precio: desde 26.160 euros




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