Motor
El RACE y su lucha activa por mejorar la seguridad infantil en carretera
Jorge Arenas
El Real Automóvil Club de España (RACE) apuesta por concienciar a los conductores sobre la importancia de utilizar sistemas de retención infantil con el objetivo de reducir al mínimo la siniestralidad. Desde hoy, el usuario puede utilizar un comparador de sillas para niños, creado por el RACE con la intención de informar al usuario. También apuesta por reducir o incluso eliminar el IVA aplicable a estos sistemas de retención, pues no son objetos de lujo sino elementos muy necesarios para el bien de la sociedad.
Parece mentira, pero hace tan solo 15 años, apenas un 20% de los niños viajaba por nuestras carreteras a bordo de sillitas infantiles especialmente pensadas para garantizar la seguridad. Esto quiere decir que el 80 % restante quedaba en manos de la suerte en caso de accidente. Una barbaridad que, afortunadamente, ha cambiado mucho en los últimos tiempos.
Hoy las familias sí compran en su mayoría este tipo de sistemas de retención infantil, en parte porque están más concienciados y en parte porque determinados organismos se encargan de probar la seguridad y difundir a la población las consecuencias de no usarlos.
En el año 2001 fallecieron en las calles y carreteras de España un total de 159 niños precisamente por no ir atados adecuadamente; el último dato recogido es del año 2015, cuando murieron 15 niños. Desde luego, no podemos decir que sean pocos, porque nunca lo son, pero lo que sí queda claro es que la siniestralidad infantil se ha reducido de una forma significativa en los últimos tres lustros. La mejora en la seguridad de los coches y, sobre todo, la generalización del uso de las sillas infantiles son los grandes responsables de ello.
Es en este momento cuando el Real Automóvil Club de España (RACE) celebra 15 años de investigación y formación a los responsables de la seguridad infantil. Durante este periodo se ha trabajado en dos líneas: el análisis europeo de los sistemas de retención infantil y la investigación -en España- mediante estudios de opinión y pruebas de impacto realizadas por laboratorios independientes. También se ha encargado de divulgar mediante diversas campañas y de formar a personal sanitario junto con la DGT. Pero, como ellos mismos dicen, no es suficiente. Todavía hay margen de mejora y el objetivo final es conseguir que el número de niños fallecidos y lesionados en la carretera tienda a cero.
La importancia de las pruebas europeas
Estas pruebas se realizan desde el año 2001 y su objetivo es analizar el comportamiento en caso de accidente de la mayoría de modelos de sillas infantiles que se venden en el mercado europeo. Se intentan cubrir todos los segmentos (grupo 0, 0+, I, II y III). Cada año se hace una nueva prueba (el último test es de este mismo otoño y se han evaluado unos 20 modelos nuevos) y los resultados se publican en todos los países europeos.
¿En qué consisten estas pruebas? Podríamos decir que se centran en la seguridad en caso de choque y en la facilidad de uso a partes iguales. Quizá sorprenda que esto último tenga casi tanto peso en los resultados, pero es que, como bien dicen los responsables de estas pruebas, que el cliente sepa colocar bien la silla es tan importante como que sea segura en caso de accidente. El porqué está claro: si la silla es difícil de colocar, la probabilidad de que se haga mal es elevada; y si esto sucede, no cumplirá su función cuando haya un accidente. Así que, a mayor facilidad de uso, mayor probabilidad de reducir las consecuencias en un siniestro.
Las pruebas se dividen de la siguiente manera:
Seguridad: 50% de la puntuación total. Se realizan impactos frontales, laterales, de ajuste del cinturón y de estabilidad de la silla en el asiento.
Facilidad de uso: 40% de la puntuación total. Se analizan aspectos como el riesgo de uso incorrecto, el montaje de la silla, el abrochado del cinturón o el mantenimiento y la limpieza, entre otros.
Ergonomía: 10% de la puntuación total. Se estudia el espacio para el niño, el espacio requerido dentro del coche, la posición de la silla y la comodidad de la misma.
Para estas pruebas se utilizan maniquíes o dummies que ofrecen un nivel de evolución muy alto y cuentan ya con multitud de sensores repartidos por todo el cuerpo para tratar de reproducir de la manera más fiel posible las lesiones que podría tener un niño. Lo mejor, quizá, es saber que estos exámenes no se mantienen estáticos sino que se van ajustando de forma periódica. Cambian los tipos de impacto, los coches con los que se llevan a cabo, las velocidades... En fin, se adaptan a las circunstancias cambiantes del tráfico de nuestras carreteras.
La apuesta del RACE
Al final, cada producto tiene una única valoración global, que va desde muy buena hasta mala, pasando por buena, aceptable y aprobada. Los resultados se publican en la página web de ADAC, que es quien las realiza, y también de todos los partners o socios que participan. La web del RACE es una de ellas, pero lejos de ser un mero expositor de datos, ofrece desde ahora un comparador para que usuario sepa qué tipo de silla se adecua más a sus necesidades y, ya de paso, conozca la puntuación que ha obtenido en los tests de seguridad.
Cualquier usuario puede hacer uso de este comparador en la siguiente dirección: www.race.es/comparador-de-sillas-infantiles
Aparte de esto, el RACE señala al precio de los sistemas de retención infantil como uno de los argumentos en contra de su compra. Al parecer, son muchos los clientes que rechazan adquirir una silla infantil porque les parecen caras. En este sentido, el director del Observatorio Español de Conductores DUCIT-RACE, Carlos Lancha, pone de manifiesto que "las medidas de seguridad infantil no pueden gravarse con un IVA como si fueran artículos de lujo. Por ello, reclamamos, una vez más, que se reduzca al tipo mínimo o incluso se suprima este impuesto".