Motor

Cuando el turbo era para valientes: así fue el nacimiento del BMW 2002

    BMW 2002 Turbo

    Jorge Arenas

    Pongámonos en situación: corrían los años 60 y a BMW no le iban del todo bien las cosas. Una importante crisis sacudía los cimientos de la empresa alemana, que pedía a gritos un revulsivo. Un punto de inflexión para sanear las cuentas y devolverle el esplendor de tiempos pasados.

    En este contexto alguien tuvo claro que la solución pasaba por lanzar una serie de coches compactos, prácticos y, sobre todo, capaces de emocionar al volante. No hacían falta cifras apabullantes. Apenas un motor de potencia media, un peso reducido y una buena puesta a punto de chasis debían ser las claves para atraer a esa nueva clientela que compraría grandes volúmenes y salvaría a la marca.

    Poco a poco fueron llegando al mercado las series 1500, 1600, 1800 y 2000. Y fue precisamente esta última, una berlina de cuatro puertas, la que acabó derivando en un coupé de dos puertas con su mismo motor de dos litros, aunque ya con una estética más juvenil y deportiva. Este modelo recibió la denominación 2002 y lo cierto es que se hizo popular no sólo en las calles sino también en los circuitos.

    El BMW 2002 Turbo

    De todas las versiones, la más carismática sin lugar a dudas fue la que llevaba el apellido Turbo. Un modelo clave para BMW y para la industria del automóvil, ya que fue uno de los primeros desarrollos de la división Motorsport y el primer coche europeo de producción en serie dotado de un turbo.

    Se presentó en el Salón de Fráncfort de 1973 y era una auténtica bomba de relojería: gracias a la sobrealimentación, el archiprobado motor M10 de 2.000 cc consiguió elevar sus cifras de forma notable. Nada menos que 170 CV de potencia y 240 Nm de par, que llegaban directamente a las ruedas traseras de forma violenta y con el típico lag (retraso) de los turbocompresores de antaño.

    Visto desde fuera, los paragolpes, los pasos de rueda ensanchados, el alerón trasero y la pintura con los colores de guerra de BMW Motorsport dejaban claro que no era un coche cualquiera.

    Aquel 2002 llegó a sus últimos días de producción hace más de 40 años, pero su filosofía sigue muy viva. El modelo que hoy coge el testigo es el BMW M2, digno heredero que se convierte en el culmen de la actual Serie 2 con su carrocería de puro músculo y su imponente motor de seis cilindros y 3.000 cc que también recurre a la sobrealimentación (TwinPower Turbo) para llegar a los 370 CV. Como mandan los cánones, es un tracción trasera de pura raza.




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