¿Un coche de hidrógeno 100% limpio? Linde extraerá el gas con energía eólica
Ecomotor.es
La compañía alemana Linde, el mayor proveedor de gas industrial del mundo, inaugura hoy una planta capaz de aprovechar la energía eólica para convertir el agua en gas de hidrógeno.
Tras anunciar este método de obtención de hidrógeno a partir de una energía renovable, desarrollado tras décadas de investigación, Linde asegura haber dado con la clave para crear coches eléctricos (con baterías alimentadas por hidrógeno) competitivos y 100% limpios en su propulsión.
Gracias a la energía producida por la fuerza del aire, el gigante alemán del gas industrial asegura poder convertir el agua en hidrógeno gaseoso, con lo que los vehículos que se propulsen por esta fuente estarían libres de emisiones. Precisamente, una de las críticas que suelen lanzarse al hablar de este tipo de movilidad es que no se suele tener en cuenta el gasto de energía de combustibles fósiles necesario para poder extraer la molécula de hidrógeno del agua.
Aunque la tecnología del coche de pila de combustible se encuentra aún en una fase primaria, cada vez son más las compañías que empiezan a confiar en este sistema de propulsión: Toyota es la líder indiscutible del sector, pero Hyundai o, más recientemente, BMW también han dado muestra de su interés por el hidrógeno.
Ventajas e inconvenientes
Sin ir más lejos, Elon Musk, CEO de la puntera en coches eléctricos Tesla, ha argumentado que la mayor parte de hidrógeno comercial para las pilas de combustible se genera a partir de gas natural en un proceso que consume energía y emite dióxido carbono. Musk, siempre crítico con esta tecnología en contraposición a la movilidad eléctrica con baterías de ion litio, ha hecho referencia también a lo peligroso que puede resultar almacenar y transportar este gas.
En cualquier caso, los coches propulsados ​​por hidrógeno tienen dos ventajas principales sobre sus rivales eléctricos que funcionan con baterías, explica Salim Morsy, analista de Bloomberg New Energy Finance. "Son más rápidos de repostar y tienen una autonomía mucho mayor", asegura Morsy. "Hacen falta solo cinco minutos para repostar un coche de hidrógeno para un rango de más de 600 kilómetros, en comparación con hasta las horas que necesita un vehículo eléctrico para viajar durante unos 300 kilómetros".
Linde dice que los resultados de su nueva planta ayudarán a poner fin a las críticas de que las pilas de combustible de hidrógeno son solo marginalmente más ecológico que los vehículos de combustión tradicionales y permitirán extraer gas en cualquier lugar donde haya viento y el agua.
Iniciativa alemana para acelerar el hidrógeno
En Alemania, una alianza entre empresas como Shell, Daimler, Air Liquide, Total o la propia Linde ha acordado ya invertir para poner en marcha una red de estaciones con surtidores donde poder recargar los futuros vehículos de hidrógeno. "Todo esto sólo funciona si tenemos las tres partes: la generación del hidrógeno, el reabastecimiento de combustible y los coches", asegura Andreas Opfermann, jefe de investigación y desarrollo de Linde. "Estamos en una mejor situación que los coches eléctricos, para los que cada país tiene sus propios enchufes y su propio nivel de potencia. Ahora tenemos un estándar para las estaciones de servicio".
Se pretende instalar unas 400 estaciones de servicio de hidrógeno en la mayor economía de Europa para 2023, con un coste de unos 350 millones de euros, de los cuales alrededor de la mitad serán financiados por subvenciones estatales. Cada coche de hidrógeno como combustible tanto, sería dentro de una 50 minutos en coche de una gasolinera. "No es lo ideal, preferiríamos 5.000, pero las empresas de automóviles dicen que es suficiente para tener una infraestructura pública atractiva, sobre todo en comparación con el lento repostaje de las baterías", aseguran desde Linde.
En lugar de construir nuevas estaciones de gas, el objetivo es simplemente añadir el nuevo surtidor en las gasolineras ya existentes, aprovechando así la infraestructura de consumo de los operadores.