El transporte público en Madrid: más caro y con menos servicio
- Los bonos o tarjetas recargables más caros son los de Madrid (1,83 euros por trayecto)
elEconomista.es
En los últimos diez años el precio del transporte público se ha disparado muy por encima del Índice de Precios al Consumo y Madrid es con diferencia la ciudad donde más ha subido. Descargue aquí la revista elEconomista Madrid.
Los defensores de los refranes aseguran que los chascarrillos son una prolongación de la sabiduría popular. Otros, los fiscales, argumentan que aquellos desaciertan. Entonces, ¿atinan o se equivocan los que proclaman que, en lo que respecta al precio del transporte público, tiempo pasado, con pena recordado?
En la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cambian la interrogante por una afirmación: "En los últimos diez años, el precio de transporte público se ha disparado". "Incluso", agregan los portavoces de la asociación creada sin fines de lucro y que brinda información y atención a los consumidores, "teniendo en cuenta el incremento del precio de los combustibles, las subidas del servicio han sido generalizadas y muy por encima del Índice de Precios al Consumo (IPC)".
Una subida, la de las tarifas del transporte público, que sólo encuentra freno, que no marcha atrás, cuando hay citas con las urnas. "Es cierto. Casi todos los Ayuntamientos congelan las tarifas del autobús urbano en el año electoral", ratifican los autores de un análisis efectuado por Facua-Consumidores en Acción.
En el informe, centrado en el estudio de las tarifas de los autobuses urbanos , o en su defecto trayecto urbano, de 38 ciudades en 2015 y su comparación con 2011, se recuerda que en el año en curso "sólo una de las 38 ciudades encuestadas (Oviedo) ha aplicado subidas". En opinión de la asociación es criticable "el electoralismo de numerosos gobiernos municipales, que tras años justificando sus subidas de las tarifas en la necesidad de evitar el hundimiento económico de la empresa de transporte, deciden congelarlas cuando llegan las elecciones municipales".
Diferencias
Con urnas o sin ellas, una segunda conclusión pone los pelos, mejor escrito, el peculio familiar, de punta: "Las diferencias tarifarias en el bono de transporte llegan a alcanzar el 245 por ciento". Según el análisis, viajar en autobús cuesta actualmente una media de 0,79 euros si se utiliza un bonobús o tarjeta recargable con transbordo -el que ofrecen la mayoría de las ciudades analizadas, en concreto 33-, un 21,5 por ciento más que la media de 0,65 euros de las 26 ciudades que lo ofrecían en 2011.
El billete de un viaje cuesta hoy una media de 1,23 euros, un 17,8 por más que los 1,05 euros de 2011. El precio de las tarjetas mensuales alcanza los 38,34 euros de media en 2015 para las 24 ciudades que disponen de ella, un 10,4 por ciento por encima de los 34,72 que costaban en 2011 -cuando la ofertaban 20 ciudades-. Los bonos o tarjetas recargables más caros son los de Madrid -1,83 euros por trayecto con el bono con transbordo y 1,22 euros sin bono con transporte-, Gerona -1,07 euros, con transbordo- y Barcelona -1,00 euro, con transbordo-.
El precio de un viaje sin transbordo con bonobús, tarjeta monedero o recargable, cuesta una media por trayecto en 2015 de 0,80 euros frente a los 0,65 euros de media que costaba en 2011. En cuatro años, la tarifa se ha incrementado un 23,1 por ciento en dicha modalidad.
En los casos de los que incluyen transbordo, el precio medio es de 0,79 euros, 0,14 euros por encima que lo que costaba hace cuatro años. En esta modalidad, las ciudades que lo ofrecen han pasado de 26 a 33 en este cuatrienio, con un incremento del precio del 21,5 por ciento.
Utilizar este bono o tarjeta representa de media un ahorro del 35 por ciento frente al billete de un viaje en las modalidades que no permiten transbordo, y entre el 35,9 por ciento y el 68 por ciento -en función de si se realizan o no transbordos- en las que sí ofrecen esta posibilidad.
Nueve de las 38 ciudades analizadas tienen una modalidad de bonobús para diez viajes, tarjeta monedero o recargable similar sin transbordo y 33 tienen la modalidad con transbordo.
La capital, la más cara
En Lugo, Palma de Mallorca y Sevilla existen, desde hace al menos cuatro años, las dos modalidades. En Madrid coexisten desde 2012. En 2015 los bonos o tarjetas recargables más caros son los de Madrid, 1,83 euros por viaje con posibilidad de transbordo y 1,22 euros en los sin transbordo, válidos para realizar viajes en toda la red de líneas de la EME, Metro Madrid y línea 1 de Metro Ligero. Las diferencias llegan a alcanzar en el bono con transbordo el 245,3 por ciento, entre los 0,53 euros del viaje en el bono con transbordo más económico, en Logroño, y los 1,83 euros del más caro, en Madrid.
Las tarjetas monedero o recargables sin transbordo que más se han incrementado desde 2011 son las de Arrecife, en Lanzarote, que han pasado de 0,50 a 0,90 euros por trayecto, una subida del 80 por ciento. En segunda posición, Madrid, que ha pasado de 0,93 a 1,22 euros, con un alza del 31,2 por ciento.
Tarjeta mensual
La tarjeta mensual, que permite un número ilimitado de viajes durante el tiempo señalado, existente en 24 de las 38 ciudades analizadas, cuesta una media de 38,34 euros. La tarjeta mensual más elevada tanto en 2015 como en 2011 es la de Madrid, que ha pasado de 47,60 a 54,60 euros.
El billete univiaje cuesta una media de 1,23 euros, un 17,8 por ciento más que en 2011 (1,05 euros). El mayor incremento se ha producido en Arrecife (Lanzarote), un 71,4 por ciento, seguido de Cuenca y Madrid. En ambos casos, un 50 por ciento. El billete de un viaje con el precio más alto en 2015 es el de Barcelona (2,15 euros), seguido de los de Madrid, Palma de Mallorca y Valencia, todos a 1,50 euros.
Jóvenes, estudiantes, pensionistas, parados...
Casi todas las ciudades analizadas tienen tarifas especiales para jubilados y/o pensionistas que cumplan determinados requisitos, los cuáles varían de una ciudad a otra. Catorce de las ciudades tienen tarifas especiales para desempleados consistentes en descuentos si se cumplen determinadas condiciones. Diez disponen de bonos sociales bonificados o gratuitos.
La mayor parte de ellas, 35 de las 38 analizadas, tienen tarifas especiales para jóvenes y estudiantes. 22 tienen precios bonificados para usuarios discapacitados y 19 para familias numerosas y/o monoparentales que cumplan determinadas condiciones -gratuitos en ciudades concretas en caso de familia numerosa especial o de estar empadronados en la misma-.
Respecto a la edad a partir de la cual los niños comienzan a abonar el servicio, seis de las ciudades analizadas no lo cobran hasta los tres años de edad, 23 hasta los cuatro años y el resto eleva la edad de inicio.