Fórmula 1

John C. Malone, el multimillonario que ha sorprendido comprando la Fórmula 1

    John C. Malone. Foto: Reuters

    José Luis de Haro

    Cuando Liberty Media anunció la compra de la Fórmula 1, muchos desconocían el interés de su presidente, el multimillonario John C. Malone, por este deporte. Quizás tampoco eran conscientes de que este doctorado por la Universidad Johns Hopkins es también el mayor terrateniente de EEUU, con propiedades en Maine, Wyoming, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Colorado o Nebraska y 8.900 kilómetros cuadrados bajo su comando.

    Sin dejar de lado su castillo en Irlanda, el vasto interés de Malone por el suelo agrícola busca encontrar la clave para la sostenibilidad. "La conservación de la tierra es importante", comentaba durante una entrevista en la CNBC. "Es un virus que me contagió Ted Turner".

    Objetivos e intereses que poco tienen que ver con la columna vertebral sobre la que se ha forjado su fortuna, valorada en 7.100 millones de dólares, según Forbes. Pero quien ha seguido la trayectoria de este genio de los medios sabe que su imperio se ha caracterizado por la amplitud y disparidad de activos, no todos estadounidenses. De ahí que se haya ganado el apodo de Cowboy del Cable por la revista Variety.

    Un calificativo que en la década de los 80 y los 90 se asemejó más a Darth Vader que a Billy el niño, dado el poder que el directivo impuso sobre el espectro mediático americano. Un control que vuelve a ser notorio si se tiene en cuenta que la operadora Charter Communications, de la que Liberty Media controla el 27,3%, se fusionó recientemente con sus competidoras Bright House Networks y Time Warner Cable en una operación valorada en 67.000 millones.

    Pero Malone también cuenta con presencia en la Meca del cine, donde posee, con una participación del 10%, en los estudios Lionsgate tras un encaje de bolillos que incluye operaciones de tres de sus afiliadas: Starz ?donde posee una participación del 49%?, Discovery Communications ?donde controla el 29% del accionariado? y Liberty Global ?donde es el accionista mayoritario?. Un olfato por las oportunidades empresariales, quizás heredado de su padre, ingeniero de profesión.

    "Transformará" la Fórmula 1

    La gestión de Greg Maffei, el capitán de Liberty Media, y Mike Fries, su homólogo en Liberty Global, ha sido clave durante los últimos años. Gracias a sus dos subalternos, este bastión mediático ha engordado con participaciones no sólo en Time Warner, sino en ITV ?donde Liberty Global cuenta con una participación del 9,9%?, CBS, Viacom y Sony Pictures. Poco queda ya de sus comienzos en General Instrument Corporation y su subsidiaria, Jerrold Electronics. Posteriormente, Malone fue presidente y consejero delegado durante 24 años de Tele-Communications.

    Si Malone se contagió de Turner, gurú mediático de finales del siglo XX, tampoco deja de lado a Rupert Murdoch. El presidente de Liberty Global no pretende crear una dinastía como la construida por el australiano de la mano de News Corp y 21st Century Fox. De hecho, ha dejado claro que entre 5.000 y 6.000 millones de su fortuna irán a fundaciones benéficas, pero posicionado a Chase Carey, mano derecha de Murdoch, como gestor de la Fórmula 1. Señal de que Malone y Murdoch no se guardan rencor aunque, hace una década, este último temió por el control de News Corp ante la participación accionarial del presidente de Liberty Media.

    De momento, los expertos consideran que la compra de la Fórmula 1 es una operación que "transformará" Liberty Media Corp. Jason Bazinet, analista de Citi, calificó la adquisición como "un trofeo". "Será un activo con alto rendimiento de capital y ventajas fiscales", señaló. Sea o no un fanático de las carreras y los Grand Prix es evidente que Malone es consciente de la tracción que ganará su imperio con este negocio.




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