Aplauso a Zuckerberg
Qué gusto da poder dar un aplauso sonoro al creador y presidente ejecutivo de Facebook por su donación para ayudar a los más necesitados. Y además dona 45.000 millones de dólares, el 99 por ciento de su capital. Para ello ha creado una sociedad sin ánimo de lucro y lo donará para proyectos concretos. La idea parece extraordinaria se mire por donde se mire y parece que debía cundir el ejemplo. Tener esas inquietudes por los demás hace grande al que ya es grande. Los mezquinos ahora se dedican a criticar si fundación en lugar de empresa o si empresa en lugar de fundación, por motivos fiscales y si tiene intereses ocultos esa donación. Hociqueo de los envidiosos, de los de siempre, de esos que no ven más allá de un palmo de su nariz. La medida sólo puede ser aplaudida y respetada.