Aplauso a Zuckerberg

Qué gusto da poder dar un aplauso sonoro al creador y presidente ejecutivo de Facebook por su donación para ayudar a los más necesitados. Y además dona 45.000 millones de dólares, el 99 por ciento de su capital. Para ello ha creado una sociedad sin ánimo de lucro y lo donará para proyectos concretos. La idea parece extraordinaria se mire por donde se mire y parece que debía cundir el ejemplo. Tener esas inquietudes por los demás hace grande al que ya es grande. Los mezquinos ahora se dedican a criticar si fundación en lugar de empresa o si empresa en lugar de fundación, por motivos fiscales y si tiene intereses ocultos esa donación. Hociqueo de los envidiosos, de los de siempre, de esos que no ven más allá de un palmo de su nariz. La medida sólo puede ser aplaudida y respetada.

Deja tu comentario

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.