El otro día tuve la oportunidad de evaluar el grado de diversión de unos chavales participantes en unas colonias de verano. El Programa de actividades era único y ejemplar en cuanto a la variedad de recreo y autencidad. Al ver los monitores responsables del programa se notaba que la diversión iba con ellos también. Al trasladarme a la ciudad y hacer el ejercicio de visualizar aquel momento mágico de chavales y monitores, llegué a la conclusión que hoy no es fácil divertirse. Al tener de todo, parece que consumimos simplemente lo que creemos que nos puede dar diversión, pero sin saborearlo, sin disfrutarlo plenamente con convicción. Y sin reirnos.

Y ya no digo en el trabajo. Pocos tienen la oportunidad de pasarselo bien mientras ejercen su tarea profesional. Los Emprendedores tienen la ventaja de poder decidir. Son como niños mayores que tienen la mente más limpia, más clara y sin agobios. Y rien mucho más. Hazte Emprendedor!