Montilla, torero

 

El aún ministro de Industria, José Montilla, no ha podido resistir la tentación de intentar pasar a la historia. Hoy inaugurará una calle en Iznajar, su pueblo cordobés, a su nombre. Es curioso, porque poco después de que lo nombraran ministro vi un reportaje sobre él en la 1 de Televisión Española, en el que el alcalde y algunos vecinos más de esta localidad le reprochaban que se hubiera marchado hacía más de 20 años y apenas hubiera vuelto por allí desde entonces. No me explico qué ha podido pasar para que ahora le pongan su nombre a una calle. Bueno, sí, me lo explico. Montilla necesita el voto andaluz para ganar las elecciones catalanas y qué mejor que reivindicar sus orígenes. ¡Pobre ministro, ha dejado los oropeles del cargo para patear las calles en busca de votos! ¡Lo que hay que hacer para ser político!

  Por cierto, hablando de política, de ‘espantá’ se podría calificar la salida de Trinidad Jiménez del Ayuntamiento de Madrid para dirigir la nueva secretaría de Estado de Cooperación con Iberoamérica. Dicen que Trini, como le llaman, no quería enfrentarse en las elecciones municipales a Gallardón, al igual que pasó con Bono, que acabó renunciando al cargo de ministro. Pues, sinceramente, creo que no es para tanto. Gallardón está haciendo una gestión mediana en Madrid. Sus habitantes estamos hasta el gorro de tanta calle en obras. 

7 comentarios en “Montilla, torero”

  1. swaption dice:

    No se si hay algo encontra del senor Montilla, pero no creo que sea una excepcion. El voto catalanoandaluz ya lo tiene, no votaran CIU, ERC ni IC y entre el PP y PSC, la mayoria se decantara por el segundo por ser «obrero» y por el papel que lleva haciendo el primero a raiz de los conflictos Genova-PP catalan.

  2. Daniel dice:

    Este tal Indignado es de pelicula.

    “Por eso no aguanto una crítica no constructiva, es decir puedo comprender que alguein venga y diga que no comparte que el Gobierno se este hechando para atrás en el caso Endesa, aunque la persona que lo diga este equivocada puedo comprenderlo”

    Eres tu el que decide que opiniones son correctas y cuales equivocadas? Vamos, que el que no piense como tu se equivoca, no?

    Ademas, que diga eso un ignorante que en “el Gobierno se este hechando para atrás” escribe “hechando” con H. Vaya intelectual!!!!

    “lo que no voy a permitir es la crítica destructiva”…..Y que vas a hacer para impedirlo listo? Enviar a tus “tropas”?

    Patetico, patetico, patetico……..

  3. MasIndignado dice:

    Indignado, por favor, manda una foto que queremos ver tu careto.

  4. Paul Auster dice:

    Yo creo que Pablo Indignado hace mucho, mucho, muuuucho, que no «esta» con una mujer (si es que alguna vez estuvo).

  5. William Faulkner dice:

    Yo creo que Indignado como no sea pagando no «mete». Quiza ni asi.

  6. Juan Marín dice:

    ¿En qué nuevo diario economico vi hace mas de dos meses que le iban a poner la calle al señor montilla en su olcalidad natal? Desdde luego no era en el economista.

  7. Segundo Maqueda dice:

    Yo creo, en cambio, que este tal Pablo Indignao es un redactor del periódico. Está clarísimo. Defiende lo indefendible. Y su mejor argumento es que si no os gusta el blog pues no lo leáis. ¡Olé! Pues yo lo pienso leer cuando me apetezca y además estoy de acuerdo con no se quién en que este señor escribe de pena, tanto en el blog como en el periódico. Espero que me perdones la vida Indignao.

Deja tu comentario

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.