Un discurso acertado
Me gustó el discurso del Rey porque no eludió los problemas, sino que los afrontó de frente. El primero es el de su propia Monarquía, que Urdangarín ha puesto en entredicho. La mención directa al Príncipe en el párrafo final de su discurso puede interpretarse como un signo de unidad frente a las adversidades, así como un paso hacia la descendencia en el cargo. Un melón que hasta ahora nadie se atreve a abrir. ¿Cuando va a abdicar el monarca en su hijo? Se comenta que este es más duro frente a las actuaciones de Urdangarín que el Rey. ¿Hubiera impedido éste que los negocios de su cuñado siguieran adelante? Si esta su actuación se completa con la publicación esta semana de los gastos de la Casa Real, sobre la que pidió que no se generalice la opinión de otras instituciones, creo que la familia real ha hecho lo correcto para intentar frenar el escándalo, aunque el daño está ya hecho. Hubiera sido mejor intentar impedirlo antes de que ocurriera, teniendo en cuenta que lleva años en boca de todos.
Por lo demás se referió a la crisis y a la legión de parados que ha dejado con cariño e hizo la mención obligada al terrorismo.