Decepción
Después de leer el acuerdo difundiod ayer en inglés por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea sobre los rescates financieros mi primera impresión es de decepción. En primer lugar, porque pese a que yo mismo había escrito en este blog que nadie esperara un acuerdo completo, el texto se queda más corto de lo que se esperaba. Tras una introducción en la que se pone claramente la dirección hacia la unión económica, se abren nuevos instrumentos para calmar los mercados como la posibilidad de dar ayudas a los Estados para que recapitalicen sus bancos (en una clara referencia a Italia y a España) o la intervención del Banco Central Europeo en los mercados de deuda. En cuanto a Grecia, se deja claro que su deuda tendrá que sufrir una quita en la que participen los bancos, pero no se concreta de cuánto, al igual que se deja sin concreción la cuantía en la que se debería ampliar el fondo de rescate europeo para socorrer a los países. Una tentativa de compromiso como éste ya fracasó la última vez, porque las agencias de calificación consideraron que conducía al impago de Grecia, y representaba un duro golpe para los ratings bancarios. Hay, sin embargo, un aspecto positivo que es el que valoraron ayer los mercados. Por primera vez, Merkel, Sarkozy y Trichet hablan con una sóla voz y acaban con la impresión de que Europa está dividida.