Strauss-Khan

Después de pasarnos medio año escandalizados por las damas de compañía de Berlusconi, ahora surge el ‘affaire’ Strauss-Khan. La senectud suele ser signo de sabiduría, pero por lo que se ve, en ocasiones, también suele derivar en degeneraciones o desvaríos. Es necesario crear un código ético severo para todo tipo de dirigentes, ya que su manera de actuar es tomada como modelo por muchos. El primer beneficiado de todo esto es el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se quita un rival político importante. Y uno de los más perjudicados, Zapatero. Siempre solía hablar bien de España, pese a los demoledores informes elaborados por el organismo internacional sobre nuestro país.

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