La torre de la vergüenza
Yo creía que con la creación de las nuevas alianzas o SIP de cajas de ahorro, se iba a comenzar a aplicar el sentido común en el sector. Pero lejos de ello, el presidente de Banca Cívica, Enrique Goñi, presentó ayer la nueva Banca Cívica llena de contradicciones y disparates. Por una lado, anunció la salida a bolsa para recaudar alrededor de mil millones de euros adicionales, mientras que por otro aseguró que se culminará la construcción de la futura sede de Cajasol, una torre de casi 180 metros de altitud que ha condenado hasta la Unesco, porque la considera un sacrilegio para Sevilla. ¿Cómo se pueden despilfarrar 300 millones en una torre de dudosa viabilidad económica y pedir más de mil millones al mercado para reforzar el capital? Goñi debería aprender de la BBK, que con mucha mayor solvencia que Banca Cívica, ha renunciado a levantar una torre de factura parecida junta a la ría de Bilbao. Son proyectos faraónicos de otros tiempos.