El amigo chino
El presidente chino, Hu Jintao, acaba de concluir una visita a Portugal, donde ha prometido que recomendará a las empresas chinas que inviertan en el país vecino. Si Hu Jintao hubiera venido a España, Zapatero podría presumir con razón de influencia internacional, en lugar de andar siempre sacando pecho con Obama. Las comparaciones hoy entre los dos países son irresistibles. EEUU está casi en recesión, mientras china crece a tasas cercanas al diez por ciento; Washington tiene un défici público anual superior al 10 por ciento, muy similar al español, mientras que el régimen de Pekín se ha convertido en el primer ahorrador e inversor del mundo. Por último, los chinos, junto con el resto de emergentes, ha comenzado a configurar en el G-20 el nuevo grupo de dirigentes mundiales. Por lo demás, la visita a Portugal, junto con la compra de deuda de Irlanda, Grecia o España, todos los Pigs, muestran la inequívoca voluntad de Pekín de ayudar a Europa. Curiosamente, los europeos no critican la política de tierra quemada por impulsar las exportaciones que practican con un yuan por los suelos, al contrario que los americanos, con quien se medirán de nuevo sus fuerzas en Seúl. China prefiere a Europa a EEUU. Acambio los europeos mantenemos silencio con respecto a la política comercial china. Total, con excepción de Alemania, las exportaciones europeas a China son poco significativas.