La sentencia y la política
La sentencia del Constitucional sobre el Estatut consagra el término nación para referirse a Cataluña, aunque le quita el efecto jurídico. Una manera salomónica de dar la razón a alguien en términos lingüisticos quitándole las implicaciones prácticas. También pone en su sitio a la Generalitat sobre la igualdad entre el catalán y el castellano y suprime sus atribuciones fiscales. Propuestas todas ellas sensatas, que cualquier persona en su sano juicio aceptaría. El problema es que se dicta en vísperas de unas elecciones autonómica catalanas y el peligro de que se instrumente políticamente por los partidos nacionalistas es enorme. Espero que la polvareda política que levante no desvíe la atención de los problemas económicos que nos atenazan.