Un gran hombre

Ha muerto Alfonso Escámez, una gran hombre de negocios, en el que deberíamos mirarnos todos como en un espejo al que imitar. Empezó como el chico de los recados en una sucursal de su pueblo, Águilas, en Murcia, y terminó de presidente del Central Hispano. Pocas veces se da esta circunstancia, que uno pase de botones a presidente, como suele decirse. En el camino protagonizó la fusión de dos grandes bancos, la internacionalización de esta entidad y el apoyo a la industria española desde empresas como Cepsa. Era un hombre comprometido con su tiempo, de los que surgen una vez cada cien años. Un ejemplo.

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