Amor de padre
Los periodistas solemos sorprendernos pocas veces. Me quedé impresionado al ver que Rato acudió a recoger el premio Tiépolo acompañado de sus hijos pequeños, de 9 y 10 años. Los niños no se despegaban del padre, mientras éste saludaba a los asistentes. Y es que el director gerente del FMI sólo podía pasar unas horas en Madrid, pese a que era viernes por la tarde y había un largo fin de semana por delante. El tiempo para estar con ellos se reducía al cóctel y poco más. A la mañana siguiente partía para Viena. En ocasiones, ser un tío tan importante no compensa.
22 mayo, 2006 a las 1:12 pm
Los hijos viven en Madrid? No se los ha llevado a EEUU?
22 mayo, 2006 a las 2:14 pm
Pues la verdad es que debe ser bastante duro
22 mayo, 2006 a las 5:22 pm
Bien dicho yo pienso igual y supongo que él también a veces. Muy bueno.
23 mayo, 2006 a las 10:10 am
Se supone que a él si le compensará, de lo contrario no seguiría en el puesto. Cada persona le da más importancia a unas cosas que a otras, aunque yo (y mucha gente más), sin duda, le doy mucha más importancia a mi vida personal que a mi vida laboral o profesional.