Saracho intenta ganar tiempo
El presidente del Popular, Emilio Saracho, intenta ganar tiempo con la subasta abierta para facilitar una fusión del Popular. Saracho se presentó ante la Junta de accionistas de la entidad con el anuncio de que iba a estudiar una ampliación de capital o una fusión sin prisa. Lo que, al parecer, no contó es que la entidad financiera tenía que pasar un chequeo del BCE en junio y los requerimientos de capital, después de las pérdidas de 3.500 millones declaradas el pasado ejercicio, quedan muy justas. Tanto que aunque en líneas generales se cumplen los requerimientos, existen algunos aspectos en los que no está tan claro y dependerá de la interpretación que hagan los inspectores del banco central. Saracho, que no quiere verse envuelto en una intervención, quiere poner encima de la mesa un plan de viabilidad a los representantes del BCE para que éstos no se fijen sólo en los ratios y amplíen el plazo para el saneamiento completo de la entidad. Por ello, sin prisa pero sin pausa, el presidente del Popular se ha puesto manos a la obra a buscar un novio para la entidad. La ampliación sería una opción ‘in extremis’ a la que se recuirriría si no queda más remedio. Pero no todo está en contra de Saracho, las palabras de Guindos,dando vía libre a Bankia para que compita por la adquisición de Popular son un alivio. En última instancia, se piensa en el sector sería Bankia quien saldría al rescate. La cuestión es si no sería un rescate encubierto. Ya hay quien elucubra con la fórmula para no implicar al Estado, como sería una ampliación de capital sólo para minoritarios. Da igual la manera, el Estado se diluiría y, por tanto, tardará más tiempo en recuperar su inversión. Un amaño, en definitiva.